*Presenta el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas video idel testimonio de un integrante de Paz y Justicia que participó en los hechos contra Minerva y da nombres de los responsables, el lugar donde fue y las fechas: http://www.youtube.com/watch?v=N0IldTjgFAs
Patricia Chandomí.- Minerva Guadalupe Pérez Torres tendría hoy 33 años, sin embargo, el 20 de junio de 1996, cuatro días antes de la fiesta de San Juan un grupo de paramilitares del Grupo Paz y Justicia la detuvo en una comunidad de Tila.
De acuerdo a las narraciones de los familiares, Minerva salió de la cabecera municipal de Tila, donde estudiaba, para dirigirse a la comunidad Masojá Shucjá, con el objetivo de ir al encuentro de su papá; había recibido una llamada de una persona desconocida, que le dijo que era urgente que fuera a ver a Don Sebastián, que se encontraba muy enfermo, a punto de morir.
En la región se sabía del terror instaurado por Paz y Justicia. A pesar de eso Minerva, llena de valentía y coraje, dejando a un lado el miedo abordó la camioneta que la llevaría a Masojá Shucjá. Sólo un pensamiento, ver a su padre. A medio camino de terracería la camioneta se detuvo y Minerva decidió proseguir a pie con otras personas. A paso ligero continuaron el camino, pero fue en la comunidad Miguel Alemán, Tila, cuando la detuvieron los de Paz y Justicia; ahí empezó la pesadilla y la de sus familiares. En este lugar fue donde se concentraba la mayoría de los líderes del grupo paramilitar.
Miguel Alemán fue uno de los centros estratégicos de acción que mantuvo asolada a las comunidades de la zona Norte de Chiapas, situación que aún no ha acabado. Era 20 de junio del 1996 y desde esa fecha se desconoce el paradero de Minerva, sus seres queridos la siguen buscando, con la esperanza de que un día regrese a casa o como mínimo, saber qué le sucedió y hacer justicia.
La desaparición forzada es una violación continuada hasta encontrar el paradero de la víctima. Los familiares de las víctimas siguen en la búsqueda de la verdad, tienen el derecho a conocer lo que sucedió con sus seres más cercanos; el derecho a la verdad es inderogable y “se encuentra subsumido en el derecho de la víctima o sus familiares a obtener de los órganos competentes del Estado el esclarecimiento de los hechos violatorios y las responsabilidades correspondientes, a través de la investigación y el juzgamiento” reseña el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas a propósito de los 14 años de desaparición de Minerva.
La práctica de la desaparición forzada, utilizada en la década de los 90’ por Paz y Justicia es un crimen de lesa humanidad, así como lo tipifica en su artículo 7.1. i), el Estatuto de la Corte Penal Internacional. Este acto implica una violación múltiple y continuada de derechos humanos esenciales de carácter inderogables y protegidos por los tratados internacionales como son el derecho a: la vida; la libertad personal; la integridad personal; la seguridad personal; tener personalidad jurídica; protección judicial y garantías judiciales.
En este mes el organismo de defensa de derechos humanos recuerda a todas las personas desaparecidas forzadamente por el grupo paramilitar Paz y Justicia sucedidas en junio entre 1995 al 2001.
“Insistimos que por este crimen contra la humanidad toda la sociedad tiene el derecho de conocer la verdad de lo ocurrido, así como las razones y circunstancias en que las violaciones a derechos humanos llegaron a cometerse. Exigimos que el gobierno mexicano cumpla con su obligación de: dar a conocer con el paradero de las personas desaparecidas; investigar de manera clara y exhaustiva los hechos; que establezca la verdad; que se haga justicia; que se repare el daño y que se implementen medidas de no repetición” concluyeron.
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