martes, 24 de enero de 2012

Mujeres de movimientos marginados en Estados Unidos ejemplo de lucha de Occupy Wall Street

*El sueño americano es un espejismo, vivimos una guerra de baja intensidad, el tercer mundo está en nuestra casa; queremos un mundo donde quepan muchos mundos.



Patricia Chandomí.- Las mujeres organizadas de los sectores marginados en Estados Unidos han sido un ejemplo de lucha en el Movimiento Occupy Wall Street, “las mujeres zapatistas, afrodescendientes, inmigrantes y desplazadas han sido nuestra inspiración en los campamentos” sostuvieron en México, integrantes del movimiento Occupy Wall Street.

“Las mujeres en Estados Unidos tienen menos participación en todos los niveles; no tienen justicia, la poca que hay es clasista, racista y sexista, en ese sentido yo creo que necesitamos de una participación colectiva donde las mujeres no estén subordinadas; hoy sabemos que con las mujeres las cosas funcionan; en los campamentos hemos recibido la solidaridad, el apoyo y el ejemplo de las mujeres organizadas como es el caso de las mujeres del Movimiento por Justicia del Barrio” señaló Johana, una de las campamentistas de New York.

El espejismo del sueño americano

“La sociedad estadounidense vive desde hace mucho tiempo una guerra de baja intensidad, donde a diario le suministran grandes dosis de temor, represión y crisis y encima le venden el espejismo del sueño americano”, sostuvo Billy, campamentista del Noreste.

“El Movimiento antisistémico Occupy Wall Street necesita aprender de sus hermanos y hermanas de todo el mundo que llevan años de lucha y resistencia contra el sistema capitalista” sostuvieron los tres jóvenes pertenecientes a distintos campamentos del movimiento, entrevistados durante su estancia en Chiapas.

Inspirados por las luchas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de la primavera árabe, de los y las indignados de Europa y a raíz de una convocatoria en un pequeño periódico, miles de estadounidenses se dieron cita para tomar Wall Street, en protesta a las políticas de exterminio y miseria aplicadas por las transnacionales apoyadas por el gobierno de los Estados Unidos.

“Fue algo muy interesante, porque al llamado no sólo acudieron las poblaciones marginadas que siempre han luchado, como los y las afro descendientes, los y las indígenas, los y las inmigrantes; a este llamado acudieron gran parte de los y las estadounidenses, clase media, que crecimos con el sueño americano, estábamos ahí dispuestos a luchar, sin una experiencia de organización, pero con el ánimo de despertar; fue inspirador y ejemplar” dijo Billy.

“Estamos rescatando nuestra memoria de lucha como pueblo, un pueblo aparentemente dormido, necesitamos estar oyendo a personas que llevan años de resistencia, ellas tienen mayor claridad y experiencia en la lucha contra este sistema económico y político de miseria, muerte y destrucción” sostuvo Johana de un campamento en New York.

Billy, Johanna y Penny reconocieron que el Movimiento tiene una pluralidad sin precedente, que les ha provocado severas críticas, “tenemos que reconocer que hay personas dentro del movimiento que sólo quieren su tajada del pastel, no cambiar el sistema, quieren llevar el movimiento al plano de los partidos, porque nos han metido la idea que sólo así podemos participar y organizarnos, dentro del marco de los partidos” remarcó Penny.

“Hay de todo en nuestros campamentos, pero vemos que hay un fuerte sentimiento, una necesidad de libertad de liberarnos del pensamiento colonizado, imaginar otros modos de vida respetando a la naturaleza; estamos luchando contra la idea de que vamos a pedir reformas al Estado, no queremos este sistema de gobierno, de muerte, guerra y destrucción; nuestro reto es vivir fuera del sueño americano, tener un mundo donde quepan muchos mundos” señalaron.

El tercer mundo está en nuestra casa

La crisis económica del 2008 en Estados Unidos se sintió desde mucho antes, los sectores más marginados en Estados Unidos siempre han recibido la crisis como los inmigrantes, los pueblos indígenas desplazados de sus territorios, los afrodescendientes.

“Eso no quiere decir que el estadounidense promedio no resienta la crisis, claro que la resiente y ante eso, hay una embestida mayor política, mediática y económica para que siga aferrado al sueño americano de un progreso ficticio” manifestaron.

Siendo Estados Unidos autor de la guerra de baja intensidad en muchos países del mundo, es claro que tiene sistemas de represión muy sofisticados, “la máquina de represión es muy efectiva, hay un sentido de miedo y falta de conciencia; lo que estamos haciendo es recuperar nuestra memoria de lucha, nuestra hermandad con otros sectores que siempre han luchado, tratando de romper con el alto sentido de individualismo que nos han sembrado como cultura, recuperando el concepto de buen vivir”.

En una amplia reflexión los jóvenes dijeron que es urgente darle forma a su lucha para evitar que los partidos, a propósito de las elecciones de este año, los y las inmovilicen.

“Es un experimento lento y sabemos que la fuerza está fuera de los campamentos, con las luchas de la gente de color, necesitamos aprender de otras luchas, crear nuestra propia primavera, es urgente que visibilicemos la falta de democracia en Estados Unidos” manifestó Johana.

Somos una generación sin tierra

Los jóvenes, quienes han participado en diversos foros y movimientos contra la globalización de la miseria, se pronunciaron en contra de las fronteras, “somos una generación sin tierra, que no queremos dar nuestro cuerpo al capitalismo. No hay espacios autónomos de expresión, todos los espacios están tomados por las empresas y los partidos; estamos ocupados para expresarnos, crecimos con una guerra contra el terrorismo que además de perseguir a la población musulmana, nos indujo al miedo y a la falta de información; pero a la vez nos provocó un sentimiento de falta de libertad”.

“Tal vez de ahí el éxito de los campamentos, porque por fin, en las asambleas las personas experimentaron el sentimiento de libertad; la libertad de poder decir lo que piensan, la libertad de imaginar el mundo que quieren, un mundo donde quepan muchos mundos”.

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