martes, 17 de abril de 2012

La historia de Matilde y sus hijos desalmados

De la serie *Mujeres sin techo



I

La historia de Matilde y sus hijos desalmados



Patricia Chandomí.- “Antes de que yo vaya a la cárcel prefiero matar a mi hermana, así es que dile que se presente cuanto antes a firmar los papeles de la casa” fue la amenaza que recibió Gabriela de parte de uno de sus tíos, Mario Carrasco López, encargado de vender la casa entestada que dejó su abuela, Matilde López López.

La señora Matilde trajo al mundo a 4 hijos, tres varones de nombre Víctor Hugo, Lucio Manuel y Mario y una hija de nombre Graciela, todos ellos de apellido Carrasco López.

Doña Matilde vivió los últimos años de su vida en compañía de su única hija y de una nieta que fue abandonada por uno de sus hijos Víctor Hugo, las tres mujeres vivían en una casa que le fue donada a Matilde y a su esposo, por el gobierno de hace ya varios sexenios.

En el 2009 cuando la señora Matilde tenía 76 años, le detectaron fibrosis pulmonar, es entonces, cuando una de sus nietas, hija de Graciela, su única hija, decide hablarles a los 4 hijos para pedirles una cooperación para las medicinas de su abuela.

“Yo les pedí 300 pesos mensuales a cada hijo para comprarles la medicina de mi abuelita y ni uno de ellos quiso cooperar, por el contrario, vinieron y le pusieron un letrero a la casa de mi abuelita para anunciar que la vendían, según ellos, con ese dinero se iba a pagar el tratamiento mi abuelita” sostuvo Gabriela Castro Carrasco, nieta de Matilde.

“Un año estuvo la casa con el letrero y no se vendió, en ese tiempo mi abuelita fue empeorando, recuerdo que de las tres pastillas que tenía que tomar, sólo tomaba una, llevaba mal su tratamiento porque no le alcanzaba” señaló Gabriela.

“Así enferma mi abuelita se salía en las tardes a sus reuniones de asamblea de barrio de San Ramón, porque fue beneficiaria del Programa Motor para la Economía de Chiapas Solidario con una tienda de abarrotes; así como estaba se iba a cobrar su amanecer, ella no tenía tinaco y también iba a reuniones para que le dieran su tinaco” informó Gabriela.

A pesar de sus esfuerzos por obtener ingresos para mejorar su salud y su vida cotidiana, doña Matilde ya no pudo recibir su tinaco ni instalar su tienda de abarrotes, en vida designó a Gabriela, su nieta, quien gestionó por meses este apoyo, los derechos de la tienda, la cual no se habría de instalar primero por su muerte y después por el robo que sus propios hijos protagonizaron en su vivienda.

En noviembre del 2011 Gabriela pidió nuevamente a sus tíos una cooperación debido a que su abuelita había empeorado, sus tíos hasta se burlaron de ella y comentaron que seguramente e asunto no era de gravedad como para internarla, finalmente el día doce de ese mes, ante la indiferencia de sus hijos, doña Matilde murió.

II

La venta y el robo



Tras la muerte de doña Matilde, inició la disputa por la propiedad que quedó entestada, mientras los hermanos reñían sobre los términos de la venta, en el que fuera el domicilio de doña Matilde ubicado en la Calle 11 de enero A-5 de la colonia Echeverria del Barrio San Ramón quedaron viviendo su única hija Graciela quien vivió con ella desde que se separó de su pareja y su nieta abandonada por uno de sus hijos.

Víctor Hugo, Lucio Manuel y Mario iniciaron una serie de agresiones contra su hermana para que ésta y su sobrina desalojarán la casa, donde tenía todas sus pertenencias.

Molestos porque su hermana no se iba de la casa, el pasado 30 de marzo forzaron las cerraduras de la casa y se llevaron en un camión de tres toneladas todas las cosas que pertenecieron a doña Matilde su madre y las cosas de doña Graciela, además los hermanos robaron mercancía de la tienda que iba a poner doña Matilde.

Los vecinos avisaron a Gabriela del robo protagonizado por los hermanos, por lo que la joven decidió dar parte a la Policía Municipal, quien se presentó en el domicilio para luego trasladar los bienes y el camión al cuartel de la policía.

En este lugar, pese a que ninguno de los sujetos pudo acreditar la propiedad de los bienes, el juez calificador, Julio César López Vázquez, permitió que los bienes de ambas mujeres fueran llevados por los tres hermanos de forma sospechosa, bajo la intermediación de un policía municipal de nombre Marco Antonio Flores Utrilla, quien resultó cuñado de uno de los hermanos de nombre, Mario.

En este robo participó también Petra del Carmen Flores Utrilla esposa de Mario y hermana del policía, pero no fue detenida, ya que logró esconderse; una vez teniendo los bienes nuevamente en su poder, los tres hermanos trasladaron todas las cosas, a la calle B número 12 del Fraccionamiento San Ramón, domicilio de la mamá de Petra del Carmen.

Ese mismo día, la joven Gabriela sorprendida por la actuación del juez calificador acudió a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas, con el fiscal del Ministerio Público Jorge Antonio Bautista Carpio, para interponer formalmente su denuncia por el delito de robo a casa habitación, bajo el expediente 914/AL54-T2/2012.

El robo se debió a la venta de la casa, a menos de tres meses de la muerte de su madre y sin contar con escrituras, los hermanos vendieron la casa valuada en 700 mil pesos.

“Desde que supe del robo y de la venta me he dedicado a denunciarlos públicamente, a través de mis primos supe que la persona que compró la casa se enteró que la casa estaba chueca y pactó con ellos un precio más barato, pero con la condición, de que en las escrituras, que consiguieron quién sabe cómo, estuviera la firma de los 4 hijos, incluyendo la firma de mi mamá Graciela” precisó Gabriela.

El dinero obtenido de la venta de la casa, ya fue repartido entre los hermanos; sin embargo, éstos no han podido disfrutar del todo de este ingreso debido a que el comprador los tiene amenazados con denunciarlos a la policía si a la brevedad no le consiguen la firma de Graciela.

Ante esta situación, los tres se han dedicado a amenazar a su única hermana, a quien han dejado en la calle, sin ropa ni zapatos, ni mueble alguno; en el caso de Mario le ha dejado recados con sus dos hijos señalando que “antes de pisar la cárcel primero la mata”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario