Patricia Chandomí.- “Zapata Vive” con este grito cientos de chiapanecos y chiapanecas recibieron a la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad en San Cristóbal de las Casas.
Tras caminar bajo la lluvia de la entrada de esta ciudad al Parque Central, bajo una fuerte lluvia, los y las caravaneros se trasladaron al teatro, donde víctimas de las guerras del norte y sur del país dieron su testimonio, las y los caravaneros se trasladaron al Teatro.
“Hace poco más de 17 años, en esta tierra, hombres y mujeres levantaron la mirada y a través del símbolo del pasamontañas, del ocultar que, lo sabemos los poetas, revela, muestra, devela, hicieron visibles no sólo a los negados, a los olvidados, a los despreciados de la nación, a aquellos y aquellas a los que por desgracias nuestra independencia no ha hecho justicia, sino a través de ellos formas diversas y ancestrales de ser, de vivir, formas que la ceguera estructural de los modelos Occidente, no han comprendido y por ello han intentado borrar” fueron las palabras del poeta Javier Sicilia.
“Su rostro velado ha sido y continúa siendo un espejo que viene del pasado y nos revela no sólo lo que hemos humillado de lo mejor de nosotros mismos, sino la hermosura de un mundo que, contra las desmesuras de Occidente, contra el arrasamiento del liberalismo económico que humilla a hombres, mujeres, niños, niñas y la naturaleza que es la casa de todo lo viviente, […] nos muestra lo humano que la imbecilidad del poder y el dinero nos ha hecho olvidar y nos tiene sumidos en una guerra atroz y a humillado, como nunca en nuestra historia los hijos e hijas de la patria” manifestó.
A la par de este evento, otro contingente realizaba un acto del “Grito del dolor” en Acteal, municipio de Chenalhó donde en 1997 paramilitares realizaron una masacre que dejó sin vida a 45 personas.
“A los agravios ancestrales y estructurales de los pueblos indios se han sumado las víctimas de la violencia de la guerra por el control del poder y del dinero. A sus dolores y la dignidad con la que han resistido y mantenido en pie el espejo en el que el país debe mirarse, sumamos ahora los dolores y la dignidad que esta guerra nos ha traído” señaló el poeta ante un auditorio repleto.
“No somos “bajas colaterales”, estadísticas, criminales a los que se les ha arrancado a sus hijos porque se lo merecían, porque, al igual que los gobiernos lo han hecho con los pueblos indios, son criminales, gente que no entra en el esquema de la violencia estructural del poder y por lo mismo hay que violentar, humillar, depreciar, criminalizar para que aprendamos a vivir con el horror y bajo el horror, para que aprendamos a vivir bajo el miedo y con el miedo; nos hemos quitado el pasamontañas para mostrarles por fin el rostros, que ustedes habían revelado al ocultarlo, y decirles que tenemos nombres, apellidos, familias, que pertenecemos a esta gran casa que se llama México y que estamos con ustedes de pie” exclamó Sicilia.
“Nosotros y nosotras somos ustedes y ustedes nosotros, y nosotras; nosotros y nosotras ustedes somos en el corazón también los que dialogamos con todos para mirar juntos, somos el abajo y el arriba, la izquierda y la derecha, el país olvidado, el país arrasado, el país que exige la paz, la justicia y el amor que nos han arrancado; esa paz, esa justicia en la que mirándonos siempre en el espejo del pasado podemos rehacer nuestro presente para preparar el futuro de los que vienen y hacer que esta casa llamada México, sea ese mundo, hoy negado, en el que quepan muchos mundos” manifestó.
Remarcó que no hay nada que celebrar porque los gobiernos han traicionado la independencia.
El poeta estuvo acompañado por el religioso Alejandro Solalinde conocido por su amplio trabajo a favor del respeto de los derechos de las personas migrantes; el sacerdote recibió muestras de cariño de parte de las organizaciones civiles en Chiapas y de los propios caravaneros.
Tras celebrar este Encuentro a favor de la paz, el evento terminó a la media noche bajo una lluvia intensa.
La Caravana por la Paz y el Encuentro con las y los Zapatistas
“Con el EZLN nos une la lucha a favor de la paz con justicia y dignidad”: Sicilia
La mañana del 16 de septiembre una delegación de la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad fue recibida por integrantes de la Junta de Bue Gobierno de Oventic, 30 familiares de víctimas de la guerra contra el narco y el poeta Javier Sicilia fueron recibidos por las y los zapatistas.
La Junta de Buen Gobierno Corazón Céntrico de Los Zapatistas Delante del Mundo, Zona Altos de Chiapas, dio la bienvenida a las y los caravaneros:
“Bienvenidos a esta casa que es de todos, no solo de los zapatistas. Les damos la bienvenida, somos la Junta de Buen Gobierno y queremos escucharlos. Nosotros no hablaremos, solo oiremos, Gracias por venir desde lejos, por venir hasta acá, por hacer un esfuerzo y llegar con nosotros”, dijo una de las zapatistas.
Por su parte, el poeta Sicilia leyó una misiva donde acusó la decisión de Felipe Calderón por “favorecer los intereses globales de los norteamericanos y de su consumo de drogas al desatar una guerra contra el narcotráfico que ha costado más de 60 mil muertos, 10 mil desaparecidos y 120 mil desplazados criminalizados por un Estado que no ha querido asumir su responsabilidad”.
También reconoció la importante irrupción de las y los zapatistas el primero de enero de 1994 “hicieron consciente a la nación de ese desprecio ancestral y al hacerlo, al mostrarlo con el símbolo de los sin rostro, no sólo nos hicieron sentir vergüenza de nuestro olvido, de nuestra deuda histórica con los más primeros de nuestros pobladores, sino que, con una dignidad ejemplar, llenaron de contenidos a una nación que, devorada por la esclavitud de lo económico y la administración institucional de la vida, había perdido de vista su dignidad”.
“Por desgracia, después de la vergüenza, del entusiasmo por devolverles su historia y aprender de ella, volvimos a olvidarlos; […] la consecuencia de ese olvido, de ese no haber entendido, desgarró aún más el tejido social de la nación, miserabilizó a todos, le cerró el presente a los jóvenes, fomentó el crimen y exaltó la corrupción” sostuvo el poeta.
A su vez, resaltó que gobiernos panistas y priistas traicionaron los Acuerdos de San Andres, “volvimos a someternos al juego del Estado, a la corrupción de los gobiernos, a la simulación de una transición democrática que abriría el camino a los intereses globales y a la voracidad del mercado”.
En este encuentro a puerta cerrada de aproximadamente una hora; donde a la prensa no se le permitió el acceso, Sicilia reconoció la importancia y la urgencia del respeto a los Acuerdos de San Andres.
Una vez concluido el encuentro el poeta remarcó que no existe una alianza con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional “ya lo hemos dicho, reconocemos el apoyo de los zapatistas y no sólo de Marcos” además remarcó que hay coincidencia con el EZLN por luchar por un México en paz con justicia y dignidad.
La delegación de la caravana regresó a San Cristóbal para luego partir al municipio de Ocosingo, ciudad tomada por el EZLN en 1994, aquí la Caravana fue recibida con vivas al EZLN; después de este encuentro, la caravana siguió su camino a Palenque, donde pasaran la noche para partir la mañana del 17 a la ciudad de Villahermosa, Tabasco.
Plataforma de denuncia pública para visibilizar la violencia contra las mujeres en Chiapas
sábado, 17 de septiembre de 2011
jueves, 15 de septiembre de 2011
Carta del Frayba a Sicilia
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México a 14 de septiembre de 2011
Compañeras/os de la Caravana al Sur del Movimiento por la Paz con
Justicia y Dignidad.
Compañero Poeta, Javier Sicilia.
Nos es grato enviarles un saludo fraterno y solidario desde estas
tierras, enterados que comenzaron el recorrido en pueblos y ciudades
marcados por el dolor causado por arbitrariedad, acción y omisión
gubernamentales que, en todos sus niveles, ha sumido en el olvido a
los pueblos del sureste mexicano. Sin embargo, también les abrazamos
llenas y llenos de energía, esperanza y organización en la
construcción de alternativas de vida, ello en respuesta a la
esquizofrenia de los poderes fácticos y gubernamentales que hoy se
disputan el control territorial de norte a sur de nuestra querida casa
que conocemos e insistimos en nombrar Patria, México.
Queremos decirles que aquí en este territorio maya, zoque y mestizo
son bienvenidas (os). Pero también como compañeras y compañeros, de
apuesta en el horizonte común, queremos hacerles saber que nos
preocupa conocer públicamente la expresión de ?buena voluntad? del
gobierno de Chiapas que encabeza Juan José Sabines Guerrero, toda vez
que siempre ha demostrado no perder oportunidad alguna para ?subirse?
a escenarios ciudadanos para hacer gala de su protagonismo de
?vanguardia en el respeto y promoción de los Derechos Humanos?, cuando
todas/os sabemos que es con la finalidad de ?maquillar? y esconder la
sistemática violación a garantías fundamentales cometidas siempre en
contra de población migrante, mujeres, jóvenes, campesinos,
sindicalistas, obreros, periódistas, comunicadores, usuarios de redes
sociales, pueblos indígenas, comunidades autónomas y a toda la
población constituyendo un agravio generalizado.
Por tal razón unimos nuestra voz, a la petición expresa de quienes en
Chiapas les recibimos, para que por ningún motivo cedan a un
acercamiento o ?saludo? a funcionarios públicos de cualquier nivel en
Chiapas ante el probable acoso u oferta que les hagan llegar; esta
petición se las hacemos ante el riesgo real de que, una vez más, el
gobierno estatal haga ?uso? y capitalice un movimiento de mujeres y
hombres dignos que buscan que la historia de nuestro país cambie desde
sus más profundas raíces sin obviar la Memoria Histórica de un pueblo
que No Olvida los costos que se han tenido en esta guerra contra el
pueblo de México, misma que en Chiapas cuenta ya, entre su calendario
más reciente, 17 años de guerra oficial contrainsurgente.
Es justo en estas tierras y en este contexto, en que comunidades
autonómas, indígenas y campesinas afrontan y resisten cercos
paramilitares; tropas del Ejército Federal mantienen ocupados sus
territorios; la pobreza alcanza ya a los poblaciones urbanas; la
migración deja comunidades vacías; el despojo oficial para facilitar
la explotación privada de recursos naturales y minerales que
criminaliza a comuniades enteras; cientos de presos injustamente
encarcelados son acallados con tortura; los casos de feminicidio se
han potenciado; la libre expresión es presa de convenios publicitarios
oficiales; miles de jóvenes son estigmatizados por cuestionar el
presente y demandar un futuro posible; la impunidad reina en los
tribunales y la omisión gubernamental se patenta como aporte en el
ejercicio de una política criminal de Estado.
Compañeras y compañeros, escuchén y vean lo que la historia de estas
Tierras les contará. Les esperamos con los brazos y el corazón abierto
en su paso por este territorio que clama justicia y que construye,
desde diversas formas organizativas, condiciones de vida digna con
Paz, Justicia y Libertad.
Atentamente,
Integrantes del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A.C.
Compañeras/os de la Caravana al Sur del Movimiento por la Paz con
Justicia y Dignidad.
Compañero Poeta, Javier Sicilia.
Nos es grato enviarles un saludo fraterno y solidario desde estas
tierras, enterados que comenzaron el recorrido en pueblos y ciudades
marcados por el dolor causado por arbitrariedad, acción y omisión
gubernamentales que, en todos sus niveles, ha sumido en el olvido a
los pueblos del sureste mexicano. Sin embargo, también les abrazamos
llenas y llenos de energía, esperanza y organización en la
construcción de alternativas de vida, ello en respuesta a la
esquizofrenia de los poderes fácticos y gubernamentales que hoy se
disputan el control territorial de norte a sur de nuestra querida casa
que conocemos e insistimos en nombrar Patria, México.
Queremos decirles que aquí en este territorio maya, zoque y mestizo
son bienvenidas (os). Pero también como compañeras y compañeros, de
apuesta en el horizonte común, queremos hacerles saber que nos
preocupa conocer públicamente la expresión de ?buena voluntad? del
gobierno de Chiapas que encabeza Juan José Sabines Guerrero, toda vez
que siempre ha demostrado no perder oportunidad alguna para ?subirse?
a escenarios ciudadanos para hacer gala de su protagonismo de
?vanguardia en el respeto y promoción de los Derechos Humanos?, cuando
todas/os sabemos que es con la finalidad de ?maquillar? y esconder la
sistemática violación a garantías fundamentales cometidas siempre en
contra de población migrante, mujeres, jóvenes, campesinos,
sindicalistas, obreros, periódistas, comunicadores, usuarios de redes
sociales, pueblos indígenas, comunidades autónomas y a toda la
población constituyendo un agravio generalizado.
Por tal razón unimos nuestra voz, a la petición expresa de quienes en
Chiapas les recibimos, para que por ningún motivo cedan a un
acercamiento o ?saludo? a funcionarios públicos de cualquier nivel en
Chiapas ante el probable acoso u oferta que les hagan llegar; esta
petición se las hacemos ante el riesgo real de que, una vez más, el
gobierno estatal haga ?uso? y capitalice un movimiento de mujeres y
hombres dignos que buscan que la historia de nuestro país cambie desde
sus más profundas raíces sin obviar la Memoria Histórica de un pueblo
que No Olvida los costos que se han tenido en esta guerra contra el
pueblo de México, misma que en Chiapas cuenta ya, entre su calendario
más reciente, 17 años de guerra oficial contrainsurgente.
Es justo en estas tierras y en este contexto, en que comunidades
autonómas, indígenas y campesinas afrontan y resisten cercos
paramilitares; tropas del Ejército Federal mantienen ocupados sus
territorios; la pobreza alcanza ya a los poblaciones urbanas; la
migración deja comunidades vacías; el despojo oficial para facilitar
la explotación privada de recursos naturales y minerales que
criminaliza a comuniades enteras; cientos de presos injustamente
encarcelados son acallados con tortura; los casos de feminicidio se
han potenciado; la libre expresión es presa de convenios publicitarios
oficiales; miles de jóvenes son estigmatizados por cuestionar el
presente y demandar un futuro posible; la impunidad reina en los
tribunales y la omisión gubernamental se patenta como aporte en el
ejercicio de una política criminal de Estado.
Compañeras y compañeros, escuchén y vean lo que la historia de estas
Tierras les contará. Les esperamos con los brazos y el corazón abierto
en su paso por este territorio que clama justicia y que construye,
desde diversas formas organizativas, condiciones de vida digna con
Paz, Justicia y Libertad.
Atentamente,
Integrantes del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A.C.
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martes, 13 de septiembre de 2011
Niegan atención médica a interna del penal 5 de San Cristóbal con hernia umbilical y posible embarazo
Patricia Chandomí.- Rosa Díaz López interna en el Penal 5 de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, integrante de la organización de presos La Voz del Amate denunció que de manera sistemática las autoridades penitenciarias le han violado sus derechos a la salud, negándole atención médica y medicamentos lo cual le ha generado un estado grave de salud.
La interna padece de una hernia umbilical, desde hace 4 años que ha aumentado de tamaño y dolor; “también tengo dolores muy fuertes en el vientre del lado derecho por un tumor que apareció desde hace dos meses, y está creciendo, además tengo síntomas de embarazo, nausea, vomito, y con dolor de pecho fui operada hace dos años de salpingoclasea , me ligaron las trompas y corro el riesgo de estar embarazada fuera de la matriz, la cual pone en riesgo mi vida por posible ruptura de viseras” sostuvo la interna en una carta pública.
Rosa ha solicitado de manera verbal y escrita en repetidas ocasiones al director del penal, José Alarcón García atención médica, el funcionario se ha mostrado indiferente a respetar los objetivos del desarrollo del milenio la agenda principal de este gobierno, sobre todo el punto 5 referente a salud materna.
Desde el penal la interna hizo un llamado a las organizaciones civiles a estar pendientes de su salud ya que teme por su vida, ante la indiferencia de las autoridades penitenciarias.
La interna padece de una hernia umbilical, desde hace 4 años que ha aumentado de tamaño y dolor; “también tengo dolores muy fuertes en el vientre del lado derecho por un tumor que apareció desde hace dos meses, y está creciendo, además tengo síntomas de embarazo, nausea, vomito, y con dolor de pecho fui operada hace dos años de salpingoclasea , me ligaron las trompas y corro el riesgo de estar embarazada fuera de la matriz, la cual pone en riesgo mi vida por posible ruptura de viseras” sostuvo la interna en una carta pública.
Rosa ha solicitado de manera verbal y escrita en repetidas ocasiones al director del penal, José Alarcón García atención médica, el funcionario se ha mostrado indiferente a respetar los objetivos del desarrollo del milenio la agenda principal de este gobierno, sobre todo el punto 5 referente a salud materna.
Desde el penal la interna hizo un llamado a las organizaciones civiles a estar pendientes de su salud ya que teme por su vida, ante la indiferencia de las autoridades penitenciarias.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Acteal, dolor e impunidad agravados
Ante cientos de solidarios de México y del mundo, los sobrevivientes dijeron que a 13 años de la masacre la situación no ha cambiado porque la implementación de las estrategias de control y cooptación social se mantienen, se van creando otras nuevas para debilitar a los pueblos en la construcción de sus propias autonomías, además de la presencia de paramilitares y las armas en las zonas.
Por: Patricia Chandomí / CIMAC
2011-01-08 16:20:42
Patricia Chandomí / CIMAC
cimac@laneta.apc.org
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. “De las peores muertes imaginables para los seres humanos, está la masacre... porque no sólo se mata a los masacrado, sino a sus sobrevivientes, que mueren de a poco de la pena de imaginarse el dolor que pasaron sus familiares, y lo que empeora las penas, es el tener que soportar la impunidad de los asesinos”.
Las masacres, explica el investigador Juan Carlos Segura, quien hace una importante reflexión sobre ellas, son principalmente pedagógicas, tienen la tarea de enseñar a los otros y otras a callarse, a tener miedo, a vivirlas como una amenaza constante.
Sin embargo, las masacres tienen sus notables contradicciones, como en Acteal, una masacre que se hizo para silenciar y proyectar temores en 1997, hoy a 13 años, despierta más voces con coraje y dignidad.
Ante la nula investigación y la impunidad, el pueblo de Acteal construye sus propias alternativas de resistencia contra el olvido, combate el discurso de la mentira y transmite su verdad, la verdad de sus muertos y de sus sobrevivientes.
Como cada año desde 1997, como cada día 22, de cada mes, las y los sobrevivientes recordaron a sus muertos acompañados de colectivos solidarios, comunidades, organizaciones e integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, juntos reflexionaron e intercambiaron experiencias en el encuentro Tejiendo resistencias y autonomías frente a la contrainsurgencia y la dependencia.
Ante cientos de solidarios de México y del mundo, los sobrevivientes dijeron que a 13 años de la masacre la situación no ha cambiado porque la implementación de las estrategias de control y cooptación social se mantienen, se van creando otras nuevas para debilitar a los pueblos en la construcción de sus propias autonomías, además de la presencia de paramilitares y las armas en las zonas.
“Como una confirmación de la impunidad, este año fueron liberadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 15 personas más responsables materiales, según testimonios de los sobrevivientes. Liberaciones que se sumaron a los otros 29 responsables señalados todos como paramilitares”, sostuvieron los sobrevivientes, asociados en la organización civil Las Abejas.
Esta liberación llegó como un segundo mensaje de violencia y otra vez falló en su objetivo de dejarlos callados, desde hace años, acompañados por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que atrajera el caso, y hace un par de semanas, fue aceptado.
La CIDH señaló al Estado mexicano como responsable de la masacre por acción y omisión. Por acción al cometer ataques contra la población civil por grupos paramilitares a fin de debilitar al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y por omisión al deliberadamente no intervenir durante la consumación de los hechos y la denegación de la justicia hasta la fecha.
Es así que la masacre de Acteal perpetrada para subordinar y silenciar identidades, hoy inscrita en los cuerpos de cada uno de los sobrevivientes, alza la voz para sanar las heridas con justicia y dignidad.
cimac@laneta.apc.org
Por: Patricia Chandomí / CIMAC
2011-01-08 16:20:42
Patricia Chandomí / CIMAC
cimac@laneta.apc.org
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. “De las peores muertes imaginables para los seres humanos, está la masacre... porque no sólo se mata a los masacrado, sino a sus sobrevivientes, que mueren de a poco de la pena de imaginarse el dolor que pasaron sus familiares, y lo que empeora las penas, es el tener que soportar la impunidad de los asesinos”.
Las masacres, explica el investigador Juan Carlos Segura, quien hace una importante reflexión sobre ellas, son principalmente pedagógicas, tienen la tarea de enseñar a los otros y otras a callarse, a tener miedo, a vivirlas como una amenaza constante.
Sin embargo, las masacres tienen sus notables contradicciones, como en Acteal, una masacre que se hizo para silenciar y proyectar temores en 1997, hoy a 13 años, despierta más voces con coraje y dignidad.
Ante la nula investigación y la impunidad, el pueblo de Acteal construye sus propias alternativas de resistencia contra el olvido, combate el discurso de la mentira y transmite su verdad, la verdad de sus muertos y de sus sobrevivientes.
Como cada año desde 1997, como cada día 22, de cada mes, las y los sobrevivientes recordaron a sus muertos acompañados de colectivos solidarios, comunidades, organizaciones e integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, juntos reflexionaron e intercambiaron experiencias en el encuentro Tejiendo resistencias y autonomías frente a la contrainsurgencia y la dependencia.
Ante cientos de solidarios de México y del mundo, los sobrevivientes dijeron que a 13 años de la masacre la situación no ha cambiado porque la implementación de las estrategias de control y cooptación social se mantienen, se van creando otras nuevas para debilitar a los pueblos en la construcción de sus propias autonomías, además de la presencia de paramilitares y las armas en las zonas.
“Como una confirmación de la impunidad, este año fueron liberadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 15 personas más responsables materiales, según testimonios de los sobrevivientes. Liberaciones que se sumaron a los otros 29 responsables señalados todos como paramilitares”, sostuvieron los sobrevivientes, asociados en la organización civil Las Abejas.
Esta liberación llegó como un segundo mensaje de violencia y otra vez falló en su objetivo de dejarlos callados, desde hace años, acompañados por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que atrajera el caso, y hace un par de semanas, fue aceptado.
La CIDH señaló al Estado mexicano como responsable de la masacre por acción y omisión. Por acción al cometer ataques contra la población civil por grupos paramilitares a fin de debilitar al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y por omisión al deliberadamente no intervenir durante la consumación de los hechos y la denegación de la justicia hasta la fecha.
Es así que la masacre de Acteal perpetrada para subordinar y silenciar identidades, hoy inscrita en los cuerpos de cada uno de los sobrevivientes, alza la voz para sanar las heridas con justicia y dignidad.
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Dentro del ámbito comunitario subsisten prácticas discriminatorias contra la mujer: se le niega el derecho a la tierra y su participación en asambleas
Patricia Chandomí.- La defensa del territorio constituye la base de la supervivencia de los pueblos indígenas; a pesar de que las mujeres tienen un papel protagónico en la defensa del territorio dentro de los usos y costumbres de las comunidades subsisten prácticas discriminatorias que atentan contra sus derechos humanos, como la falta de reconocimiento al derecho de propiedad y a la participación en asambleas.
En México, la reforma agraria de 1971 estableció el acceso a espacios productivos y organizativos para las mujeres. Sin embargo, la nueva Ley Agraria de 1992 todavía vigente representó un retroceso ya que anuló la obligación de asignar parcelas para las mujeres de los poblados, dejándose a la libre decisión de la asamblea, en su mayoría, presidida por hombres.
Además, las mujeres no resultaron beneficiadas del reparto agrario, por la concepción machista de que su rol está en el cuidado de los otros y otras. La individualización de la propiedad y la eliminación del derecho a la tierra ejidal como patrimonio familiar se dio en un ámbito de exclusión de las mujeres de los derechos de herencia y de sucesión.
A esta situación, se suma la negación de su participación en los órganos de autoridad comunitaria, una carga excesiva del trabajo doméstico no reconocido ni remunerado, carencia de educación y medios de comunicación.
Durante la presentación del informe 2010 del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, organismo fundado por el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruíz García, la activista Magdalena Gómez reconoció la labor de este organismo, al considerar una mirada autocrítica desde las comunidades, en el sentido, de que a la par de que padecen una embestida externa que busca su exterminio como pueblos, al interior, se dan situaciones de opresión que alientan la desigualdad de género.
“El hecho de que desde las comunidades se haya dado una autocrítica y reflexión del estado de respeto de los derechos humanos de las mujeres es un aporte valioso que nos dice que no habrá transformación en ningún ambiente donde se vulnere a las mujeres” sostuvo.
En el capítulo I “Mujeres en defensa del territorio” de un otal de IV, el Frayba recopiló testimonios de mujeres indígenas “ubicamos muchos problemas en nuestra vida; el gobierno, sus proyectos y programas, como el de ciudades rurales; sus proyectos verdes que responden al sistema neoliberal”.
En las comunidades indígenas las mujeres han sido y continúan siendo las productoras primarias de la economía familiar, son las principales proveedoras de alimentos, son las que cuidan la salud, mantienen la cultura desde su cosmovisión, aún así, han permanecido invisibles en la experiencia de la lucha por la tierra.
Las mujeres indígenas tienen varias demandas: el reconocimiento del derecho a la tierra, reconocimiento de su trabajo y disfrute de los recursos naturales y derecho a vivir una vida libre de violencia.
Las indígenas viven la disputa del territorio donde se impone el proyecto Mesoamérica antes Plan Puebla Panamá; ellas son víctimas de las principales estrategias para generar confrontación al interior de las comunidades, mediante la intimidación y acoso de militares, policías y organizaciones de corte paramilitar.
En el 2007, reseña el Informe del Frayba, Rodolfo Stavanhagen Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas reportó que la disminución continua de territorio de los pueblos indígenas corresponde a intereses de empresas, invasores y colonos individuales que anhelan la posesión de tierras.
Magdalena criticó las políticas neoindigenistas a partir del 2001, “está claro que fueron políticas instrumentadas para lavarse la cara a nivel internacional y decir que los derechos de los pueblos estaban siendo respetados; hoy decimos que esas políticas no sólo no han generado mejores condiciones para los pueblos sino que han generado una mayor pobreza”.
Finalmente como conclusión de este primer capítulo, se remarcó la necesidad de que las comunidades generen alternativas que reconozcan las formas específicas de relación de las mujeres con la tierra y el territorio para poner en práctica estrategias que posibiliten y fortalezcan el acceso de las mujeres a los recursos naturales, a los espacios de toma de decisiones, a los servicios de educación y capacitación así como a los medios para obtener recursos.
Pero principalmente al reconocimiento y al aseguramiento del acceso y tenencia de la tierra sin importar su estado civil.
En México, la reforma agraria de 1971 estableció el acceso a espacios productivos y organizativos para las mujeres. Sin embargo, la nueva Ley Agraria de 1992 todavía vigente representó un retroceso ya que anuló la obligación de asignar parcelas para las mujeres de los poblados, dejándose a la libre decisión de la asamblea, en su mayoría, presidida por hombres.
Además, las mujeres no resultaron beneficiadas del reparto agrario, por la concepción machista de que su rol está en el cuidado de los otros y otras. La individualización de la propiedad y la eliminación del derecho a la tierra ejidal como patrimonio familiar se dio en un ámbito de exclusión de las mujeres de los derechos de herencia y de sucesión.
A esta situación, se suma la negación de su participación en los órganos de autoridad comunitaria, una carga excesiva del trabajo doméstico no reconocido ni remunerado, carencia de educación y medios de comunicación.
Durante la presentación del informe 2010 del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, organismo fundado por el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruíz García, la activista Magdalena Gómez reconoció la labor de este organismo, al considerar una mirada autocrítica desde las comunidades, en el sentido, de que a la par de que padecen una embestida externa que busca su exterminio como pueblos, al interior, se dan situaciones de opresión que alientan la desigualdad de género.
“El hecho de que desde las comunidades se haya dado una autocrítica y reflexión del estado de respeto de los derechos humanos de las mujeres es un aporte valioso que nos dice que no habrá transformación en ningún ambiente donde se vulnere a las mujeres” sostuvo.
En el capítulo I “Mujeres en defensa del territorio” de un otal de IV, el Frayba recopiló testimonios de mujeres indígenas “ubicamos muchos problemas en nuestra vida; el gobierno, sus proyectos y programas, como el de ciudades rurales; sus proyectos verdes que responden al sistema neoliberal”.
En las comunidades indígenas las mujeres han sido y continúan siendo las productoras primarias de la economía familiar, son las principales proveedoras de alimentos, son las que cuidan la salud, mantienen la cultura desde su cosmovisión, aún así, han permanecido invisibles en la experiencia de la lucha por la tierra.
Las mujeres indígenas tienen varias demandas: el reconocimiento del derecho a la tierra, reconocimiento de su trabajo y disfrute de los recursos naturales y derecho a vivir una vida libre de violencia.
Las indígenas viven la disputa del territorio donde se impone el proyecto Mesoamérica antes Plan Puebla Panamá; ellas son víctimas de las principales estrategias para generar confrontación al interior de las comunidades, mediante la intimidación y acoso de militares, policías y organizaciones de corte paramilitar.
En el 2007, reseña el Informe del Frayba, Rodolfo Stavanhagen Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas reportó que la disminución continua de territorio de los pueblos indígenas corresponde a intereses de empresas, invasores y colonos individuales que anhelan la posesión de tierras.
Magdalena criticó las políticas neoindigenistas a partir del 2001, “está claro que fueron políticas instrumentadas para lavarse la cara a nivel internacional y decir que los derechos de los pueblos estaban siendo respetados; hoy decimos que esas políticas no sólo no han generado mejores condiciones para los pueblos sino que han generado una mayor pobreza”.
Finalmente como conclusión de este primer capítulo, se remarcó la necesidad de que las comunidades generen alternativas que reconozcan las formas específicas de relación de las mujeres con la tierra y el territorio para poner en práctica estrategias que posibiliten y fortalezcan el acceso de las mujeres a los recursos naturales, a los espacios de toma de decisiones, a los servicios de educación y capacitación así como a los medios para obtener recursos.
Pero principalmente al reconocimiento y al aseguramiento del acceso y tenencia de la tierra sin importar su estado civil.
Dentro del ámbito comunitario subsisten prácticas discriminatorias contra la mujer: se le niega el derecho a al tierra y su participación en asambleas
Patricia Chandomí.- La defensa del territorio constituye la base de la supervivencia de los pueblos indígenas; a pesar de que las mujeres tienen un papel protagónico en la defensa del territorio dentro de los usos y costumbres de las comunidades subsisten prácticas discriminatorias que atentan contra sus derechos humanos, como la falta de reconocimiento al derecho de propiedad y a la participación en asambleas.
En México, la reforma agraria de 1971 estableció el acceso a espacios productivos y organizativos para las mujeres. Sin embargo, la nueva Ley Agraria de 1992 todavía vigente representó un retroceso ya que anuló la obligación de asignar parcelas para las mujeres de los poblados, dejándose a la libre decisión de la asamblea, en su mayoría, presidida por hombres.
Además, las mujeres no resultaron beneficiadas del reparto agrario, por la concepción machista de que su rol está en el cuidado de los otros y otras. La individualización de la propiedad y la eliminación del derecho a la tierra ejidal como patrimonio familiar se dio en un ámbito de exclusión de las mujeres de los derechos de herencia y de sucesión.
A esta situación, se suma la negación de su participación en los órganos de autoridad comunitaria, una carga excesiva del trabajo doméstico no reconocido ni remunerado, carencia de educación y medios de comunicación.
Durante la presentación del informe 2010 del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, organismo fundado por el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruíz García, la activista Magdalena Gómez reconoció la labor de este organismo, al considerar una mirada autocrítica desde las comunidades, en el sentido, de que a la par de que padecen una embestida externa que busca su exterminio como pueblos, al interior, se dan situaciones de opresión que alientan la desigualdad de género.
“El hecho de que desde las comunidades se haya dado una autocrítica y reflexión del estado de respeto de los derechos humanos de las mujeres es un aporte valioso que nos dice que no habrá transformación en ningún ambiente donde se vulnere a las mujeres” sostuvo.
En el capítulo I “Mujeres en defensa del territorio” de un otal de IV, el Frayba recopiló testimonios de mujeres indígenas “ubicamos muchos problemas en nuestra vida; el gobierno, sus proyectos y programas, como el de ciudades rurales; sus proyectos verdes que responden al sistema neoliberal”.
En las comunidades indígenas las mujeres han sido y continúan siendo las productoras primarias de la economía familiar, son las principales proveedoras de alimentos, son las que cuidan la salud, mantienen la cultura desde su cosmovisión, aún así, han permanecido invisibles en la experiencia de la lucha por la tierra.
Las mujeres indígenas tienen varias demandas: el reconocimiento del derecho a la tierra, reconocimiento de su trabajo y disfrute de los recursos naturales y derecho a vivir una vida libre de violencia.
Las indígenas viven la disputa del territorio donde se impone el proyecto Mesoamérica antes Plan Puebla Panamá; ellas son víctimas de las principales estrategias para generar confrontación al interior de las comunidades, mediante la intimidación y acoso de militares, policías y organizaciones de corte paramilitar.
En el 2007, reseña el Informe del Frayba, Rodolfo Stavanhagen Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas reportó que la disminución continua de territorio de los pueblos indígenas corresponde a intereses de empresas, invasores y colonos individuales que anhelan la posesión de tierras.
Magdalena criticó las políticas neoindigenistas a partir del 2001, “está claro que fueron políticas instrumentadas para lavarse la cara a nivel internacional y decir que los derechos de los pueblos estaban siendo respetados; hoy decimos que esas políticas no sólo no han generado mejores condiciones para los pueblos sino que han generado una mayor pobreza”.
Finalmente como conclusión de este primer capítulo, se remarcó la necesidad de que las comunidades generen alternativas que reconozcan las formas específicas de relación de las mujeres con la tierra y el territorio para poner en práctica estrategias que posibiliten y fortalezcan el acceso de las mujeres a los recursos naturales, a los espacios de toma de decisiones, a los servicios de educación y capacitación así como a los medios para obtener recursos.
Pero principalmente al reconocimiento y al aseguramiento del acceso y tenencia de la tierra sin importar su estado civil.
En México, la reforma agraria de 1971 estableció el acceso a espacios productivos y organizativos para las mujeres. Sin embargo, la nueva Ley Agraria de 1992 todavía vigente representó un retroceso ya que anuló la obligación de asignar parcelas para las mujeres de los poblados, dejándose a la libre decisión de la asamblea, en su mayoría, presidida por hombres.
Además, las mujeres no resultaron beneficiadas del reparto agrario, por la concepción machista de que su rol está en el cuidado de los otros y otras. La individualización de la propiedad y la eliminación del derecho a la tierra ejidal como patrimonio familiar se dio en un ámbito de exclusión de las mujeres de los derechos de herencia y de sucesión.
A esta situación, se suma la negación de su participación en los órganos de autoridad comunitaria, una carga excesiva del trabajo doméstico no reconocido ni remunerado, carencia de educación y medios de comunicación.
Durante la presentación del informe 2010 del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, organismo fundado por el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruíz García, la activista Magdalena Gómez reconoció la labor de este organismo, al considerar una mirada autocrítica desde las comunidades, en el sentido, de que a la par de que padecen una embestida externa que busca su exterminio como pueblos, al interior, se dan situaciones de opresión que alientan la desigualdad de género.
“El hecho de que desde las comunidades se haya dado una autocrítica y reflexión del estado de respeto de los derechos humanos de las mujeres es un aporte valioso que nos dice que no habrá transformación en ningún ambiente donde se vulnere a las mujeres” sostuvo.
En el capítulo I “Mujeres en defensa del territorio” de un otal de IV, el Frayba recopiló testimonios de mujeres indígenas “ubicamos muchos problemas en nuestra vida; el gobierno, sus proyectos y programas, como el de ciudades rurales; sus proyectos verdes que responden al sistema neoliberal”.
En las comunidades indígenas las mujeres han sido y continúan siendo las productoras primarias de la economía familiar, son las principales proveedoras de alimentos, son las que cuidan la salud, mantienen la cultura desde su cosmovisión, aún así, han permanecido invisibles en la experiencia de la lucha por la tierra.
Las mujeres indígenas tienen varias demandas: el reconocimiento del derecho a la tierra, reconocimiento de su trabajo y disfrute de los recursos naturales y derecho a vivir una vida libre de violencia.
Las indígenas viven la disputa del territorio donde se impone el proyecto Mesoamérica antes Plan Puebla Panamá; ellas son víctimas de las principales estrategias para generar confrontación al interior de las comunidades, mediante la intimidación y acoso de militares, policías y organizaciones de corte paramilitar.
En el 2007, reseña el Informe del Frayba, Rodolfo Stavanhagen Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas reportó que la disminución continua de territorio de los pueblos indígenas corresponde a intereses de empresas, invasores y colonos individuales que anhelan la posesión de tierras.
Magdalena criticó las políticas neoindigenistas a partir del 2001, “está claro que fueron políticas instrumentadas para lavarse la cara a nivel internacional y decir que los derechos de los pueblos estaban siendo respetados; hoy decimos que esas políticas no sólo no han generado mejores condiciones para los pueblos sino que han generado una mayor pobreza”.
Finalmente como conclusión de este primer capítulo, se remarcó la necesidad de que las comunidades generen alternativas que reconozcan las formas específicas de relación de las mujeres con la tierra y el territorio para poner en práctica estrategias que posibiliten y fortalezcan el acceso de las mujeres a los recursos naturales, a los espacios de toma de decisiones, a los servicios de educación y capacitación así como a los medios para obtener recursos.
Pero principalmente al reconocimiento y al aseguramiento del acceso y tenencia de la tierra sin importar su estado civil.
La comunidad como elección de vida: Cherán y sus enseñanzas: Tercera Parte
La comunidad como elección de vida: Cherán y sus enseñanzas: Tercera Parte
México subterráneo,
Reportajes
agosto 23, 2011
La extraordinaria vida sin policía:
“La autoridad somos nosotros mismos”
Caminando a medio día por el centro de Cherán, la vida cotidiana sigue su curso colorido y alegre, aparentemente impasible: vendimia, gelatinas con rompope, fruta picada, música, flores, ceviche. Salvo la extrañeza que suele causar al citadino la jovialidad y la amabilidad por doquier, nada sucede.
Después de un rato de estancia, sentado apaciblemente en una de las bancas de la placita central, difícilmente se podría creer que por aquellas callecitas circulaban día y noche camionetas con hombres fuertemente armados; o que a unas cuantas cuadras, apenas hace unos meses, se ha desaparecido, se ha humillado, se ha matado. Difícil concebir que en los cerros que son el horizonte de la comunidad, se ha venido cometiendo un ecocidio –la destrucción total de 15 mil hectáreas de bosque. (Ver parte II).
Entre los colores intensos de las frutas, el olor a tierra mojada, y más cerca del mercado, a comida casera y a carnitas de tradición michoacana, se puede disfrutar la calma. Y aunque Cherán es ya una pequeña ciudad y uno de los territorios más extensos de la meseta P’urhépecha[i], uno puede sentirse fácilmente parte de la amable vida comunitaria.
Sin embargo, al sumergirse levemente en la cotidianidad, se va percibiendo que en este lugar sucede algo más que la jovialidad y las bondades de los acogedores pueblos de Michoacán. Hay algo extraordinario en el andar por sus calles, que es fácil no notar justamente porque su contraparte es la tranquilidad: en Cherán no hay policía. Contrario a lo que es común pensar, la ausencia de las patrullas municipales, policía estatal y agentes de tránsito, se ha traducido en seguridad. Por las calles “anárquicas” de Cherán se respira sosiego.
Del silencio a la autoorganización
Siendo testigos afortunados de la amplia y robusta dinámica organizativa, de la discusión comunitaria en reuniones largas y fructíferas, o simplemente caminando por el Cherán nocturno sembrado cuadra a cuadra por fogatas en las que se va definiendo jornada a jornada el destino de la comunidad; es difícil creer e imaginar el anquilosamiento, que según nos narran, se vivía en Cherán antes del 15 de abril.
Cuentan que en las vísperas del levantamiento, sus pobladores parecían haber perdido la esperanza, ‘eran como zombies’ –se dice–, andaban con miedo y bajaban la mirada frente a los criminales. La gente de la región se preguntaba qué había pasado con “Cherán K’eri”, con el “pueblo grande”, respetado y admirado por su espíritu valiente y combativo.
“… y les decíamos, sí, sí sentíamos, pero era impotencia, y al mismo tiempo temor de enfrentarnos, no era con cualquier persona que nos íbamos a enfrentar, es con el crimen organizado y ese era el temor. Pero finalmente lo hicimos, y todos estamos aquí unidos…”
Las campanadas de la iglesia restablecen el tiempo de la autoorganización, reactivan el legado de la autodefensa, estrechamente ligado a sus usos y costumbres y a la tradición autárquica, que ha permanecido viva en esta comunidad indígena p’urhépecha. De manera ciertamente indeliberada, “espontáneamente”, a las seis de la mañana inicia el levantamiento. “Fueron las señoras –dice un compañero– “cansadas de ver que los hombres no hacíamos nada, las que empezaron”.
Mujeres valientes y jóvenes, nombrados por la coordinadora de una de las fogatas, “niños héroes”, estallan de un momento a otro en un ¡ya basta! que con sólo ser gritado se multiplica de manera casi automática, natural y aparentemente inesperada en la comunidad entera. Las campanas son el llamado inapelable, su repicar significa el fin del letargo, y el nacimiento de otro tiempo.
“Fueron unas cuantas señoras las que iniciaron, con qué, con toques de campana y con cuetes, y todos, pues qué es, porque misa no es, y el repicar y el repicar, y ahí vamos todos, y de un momento a otro nos organizamos, pero así fue espontáneo, no con anticipación, que vamos a hacer esto o vamos a organizaros, sino así al momento…”
Su concepción sagrada de la “nana echeri”, la madre naturaleza, es también el factor definitorio de este quiebre. Dicen los compañeros de la recién creada radio comunitaria de Cherán al cumplimiento de 4 meses de resistencia, el 15 de agosto pasado: “Siempre hemos estado aquí para defender con nuestras vidas si es necesario, el respeto y amor a nuestra madre naturaleza porque los indígenas poseemos el conocimiento ancestral de la convivencia armónica con la naturaleza”[1]. Se trata de un respecto supremo a la vida de las plantas, los animales, de los manantiales y los bosques, que ha sido transmitido de generación en generación.
“Nosotros no pensamos en la comercialización de los árboles, porque nosotros pensamos que somos parte de la naturaleza, por esa razón esta es nuestra idea, y así nos enseñaron nuestros abuelos, que si cortas un árbol hay que plantar más árboles (…) eso viene de nuestros antepasados, como decíamos, los bosques que nos devastaron son de nuestros antepasados, no nos dejaban cortan un árbol, nos enseñaron a respetarlos, a cuidarlos, y ese el dolor, la impotencia que sentimos, de que otra gente viene y nos agrede, y nos los cortan…”
Fuertemente ligada a esta defensa de la vida natural, también se encuentra el respeto y protección de la vida comunitaria. Hay indicios de que en el fondo es la unidad de la comunidad lo que da sentido al lema que acompaña la refundación de la nación p´urhépecha: “Juchari Uinapikua”, “Nuestra Fuerza”. La fortaleza histórica de la comunidad indígena p´urhépecha es la comunidad misma. Es por esto que a lo largo de su historia, Cherán ha hecho lo necesario para defender lo que es propio, sagrado y necesario para la comunidad: agua, tierra y bosques, la vida.
Los talamontes, los criminales, los partidos y los gobiernos, se habían dedicado a transgredir sus principios fundamentales. La rebelión responde, entonces, a la necesidad de frenar la devastación del bosque, pero no sólo; Cherán se levanta contra el crimen organizado, contra un sistema electoral farsante que no ha dejado más que división y hartazgo, contra unas autoridades municipales simuladas y cómplices; contra todos estos agravios manifestándose día a día, de forma cada vez más lastimosa y creciente desde el 2008. El quiebre, es más fuerte y decisivo porque entraña la conciencia de su carácter histórico, pues en ese momento, se sabe que se esta pronunciando una ruptura radical, a partir de la cuál, no habrá marcha atrás. Se reactiva entonces “el principio de defensa de la comunidad” que forma parte esencial de la herencia que comparte la región p’urhépecha. Así, con la misma “intransigencia” con la que, a finales de los 70’s, los pobladores de Santa Fe La Laguna, defienden el territorio comunal, y con esa misma contundencia con la que años más tarde se toma la firme determinación de no permitir la imposición de la construcción del centro nuclear (Ver parte I), en este abril de 2011, Cherán dice ¡hasta aquí!: “no queremos más partidos políticos, no más crimen organizado que intimide a nuestra población, no más tala inmoderada”.[2] La aludida “espontaneidad” organizativa, tiene mucho más que ver con su herencia histórica comunitaria, que con lo fortuito.
En los días que siguieron al 15 de abril, los pobladores de Cherán, toman el control de la cabecera municipal, desconociendo a las autoridades y a los cuerpos de seguridad municipal, y convirtiéndose en guardianes del bosque y de la propia comunidad.
Un pueblo entero que se cuida a sí mismo: “Ahora nos sentimos más protegidos”
La minuciosa y efectiva dinámica que se ha ido gestando en cada uno de los aspectos de la vida en común, fue surgiendo de la necesidad de la organización que sobrevino al “levantón”. Sin que nadie dijera “a ti te toca esto y a ti aquello”, cada persona, “desde los pequeñitos hasta los ancianos”, fueron tomando su lugar en lo que se convertiría en una amplia y sólida organización comunitaria.
La participación es generalizada, y su eficiencia está intrincada a la propia tradición comunitaria[3]. Sin planificación de por medio, en poco tiempo se construyó una “estructura” autogestiva sumamente horizontal, en la que las decisiones van fluyendo estrictamente desde abajo.
“Aquí tenemos asambleas generales cada ocho días, los domingos, por ejemplo los coordinadores dicen, hay esto o el gobierno propone esto, y ellos no pueden decidir, nos representan. Nos van a representar allá cuando van a las mesas de diálogo, pero ellos no deciden, sino que vienen y nos consultan a cada barrio, nos dicen, llévense esta propuesta, analícenla en cada barrio… y ya en la noche en la fogata se discute, hay esto, qué hay que hacer aquello, vamos a trabajar en esto, o esto anda mal, o en la semana hubo estos incidentes, cómo le vamos a hacer, y ya se analiza todo, y ya el domingo cuando viene uno aquí a la asamblea general ya tenemos que traer una propuesta: el barrio primero propone esto, el barrio segundo esto, y entonces ya ahí se decide, pero todos, todos…”
En medio de este entramado organizativo, las fogatas han jugado el papel central, pues han funcionado como la unidad básica, y el fundamento de la comunicación y la toma de decisiones, que nacen en la discusión “desde abajo” y se toman “desde abajo”.
“ (La fogata) es un lugar de reunión en dónde se analizan las cosas, se platica, se llega a acuerdos y al mismo tiempo, se cuida o nos cuidamos entre nosotros, hacemos guardia de noche, por ejemplo, hoy si salen, van a ver fogatas por todo el pueblo. ¿Y qué hace esa fogata? Pues cuidando, para que no se acerque el enemigo…”
Además de esto, las 179 fogatas que se forman a lo largo y ancho de la cabecera municipal, son espacios de cohesión y convivencia, el momento de comunión que da fuerza para enfrentar el miedo y seguir adelante, y que a la par de la discusión permite la convivencia y la risa. Presenciar las charlas en torno a una de las fogatas, en las que se comentan las experiencias del 15 de abril, se discute la (im)pertinencia de la intervención del ejército, mientras se cocina buñuelos y se hace la guardia nocturna, es lo que nos pone de frente la magnitud del logro organizativo de esta comunidad entera, que se cuida a sí misma.
La Comisión de Acopio General también es clara muestra de la efectiva autogestión en Cherán. Quienes la conforman se encargan de recibir los víveres –que van llegando como apoyo, principalmente de las parroquias de la Diócesis de Zamora y de instituciones educativas de las comunidades vecinas– y de coordinar su distribución equitativa día a día, entre los cuatro barrios. De ahí “se comparte todo el alimento en las fogatas”.
Así, en el trascurrir de estos 4 meses, el pueblo de Cherán fue tomando hilo a hilo la gestión de la vida en común para tejer una cotidianidad solidaria, pacifica y alegre, que ha sido posible sostener –aún en medio de la violencia que asola a la región– gracias a la labor incesante y valiente de la ronda comunitaria tradicional.
Michoacán es justamente el primer estado al que Felipe Calderón envía al Ejército a “combatir el narcotráfico”, el 6 de diciembre de 2006. Como en muchos lugares con presencia del crimen organizado, esta empresa bélica no hizo más que destapar las cloacas y desatar la violencia, que ahora se vuelca hacia la sociedad. Los pobladores de Cherán, y especialmente los jóvenes que conforma la ronda comunitaria, están muy concientes de a qué se están enfrentando.
“…no estamos luchado contra una persona, contra alguien que en un momento dado decimos ya lo agarraron, y ahí se acaba, estamos luchando contra una telaraña tejida desde arriba, que es como un cáncer que ya infectó a todas las comunidades, municipios como Paracho, Nahuatzen, Charapan, Chilchota, lo están viviendo, comunidades vecinas, hermanas, lo están viviendo. Lo malo es que no alzan la voz, o no se atreven, como estábamos nosotros, no nos atrevíamos, pero alguien tuvo que tomar la iniciativa…”
Ahora, la ronda comunitaria tradicional – la cual se reconforma más formalmente a partir del 30 de abril– está a cargo de la seguridad de los más de 20 mil pobladores, y tiene la responsabilidad de resguardar la tranquilidad, que después de años de vigilia, se vive hoy como logro comunitario.
En 2008 la situación era ya insoportable para los cheranenses –como lo es ahora mismo para muchas poblaciones, no sólo de Michoacán, sino de todo el país. Los levantones, las “cuotas” a los comerciantes, la destrucción de los recursos, el cinismo de las autoridades municipales y estatales, y la impunidad ante unos cuerpos de seguridad que protegen a los criminales; fueron conformando el hervidero que llevó a darle un giro a la historia de Cherán K’eri.
Desde que comenzó a agudizarse la violencia y la devastación de los bosques, ni el gobierno municipal ni el estatal tomaron alguna medida para frenar lo que estaba ocurriendo, al poco tiempo fue evidente que estaban protegiendo a los criminales. Ahora, la ronda comunitaria tradicional – la cual se re-conforma más formalmente a partir del 30 de abril– está a cargo de la seguridad de los más de 20 mil pobladores, y tiene la responsabilidad de resguardar la tranquilidad, que después de años de vigilia, se vive hoy como logro comunitario:
“… ahora hay un presidente que sigue fungiendo, pero para nosotros está desconocido, y nosotros no tenemos más autoridad que nosotros mismo, ¿por qué?, porque ahora nos sentimos más seguros, más protegidos que cuando él estaba según haciendo su trabajo, a él lo desconocemos, y nos estamos protegiendo, nosotros mismos.”
Desde la casa comunal –inmueble recuperado por los pobladores que hace unos meses albergaba al gobierno municipal–, uno de los compañeros que reactivan y ahora coordinan el trabajo de vigilancia de la ronda comunitaria, habla sobre sus labores:
“La ronda comunitaria está encargada de la seguridad de aquí de la comunidad, en cuanto a personas ajenas al municipio –ustedes ya saben a qué nos referimos–, con nuestra propia gente, de aquí mismo que alteran el orden, por ahí con camaradas que se dedican a lo ajeno, tratamos de ver todo eso …”
Conscientes de que lo que hacen es activar una tradición que existió desde sus abuelos, los aproximadamente 90 hombres que conforman la ronda –la mayoría jóvenes–, lo hacen de manera voluntaria, sin retribución económica pero con orgullo, sin dudarlo y “cuando sea necesario”, pues lo más importante es la seguridad de sus familias.
A partir de que tomaron la seguridad en sus manos, los delitos al interior han bajado hasta en 90 por ciento, reduciendo en más de 50 por ciento el alcoholismo en la comunidad. Se ha conseguido reducir la tala de manera muy importante, pero no completamente. Que la gente se sienta más segura y protegida por su propio pueblo no quiere decir que estén excentos del miedo.“[U]na de las inquietudes que se tiene es transitar por los bosques libremente, no tenemos todavía la seguridad de poder hacerlo, todavía sigue el temor en la comunidad por su gente, de decir no puedo transitar libremente de un lugar a otro, por temor a que en un momento dado lo puedan desaparecer…”
Y aunque los y las compañeras no dejan de tomar la precaución de cubrirse el rostro, saben que están en la “lista negra” y que si no mantienen la seguridad comunitaria que ellos mismos han construido, sus familias quedan a merced de los criminales. Saben también, que los grupos criminales están al asecho, que “siguen todavía a la espera de que en un momento dado la comunidad se canse, en espera de que la comunidad se desorganice nuevamente…”
Por ello, Cherán tiene claro que no hay marcha atrás sino camino hacia delante. Están dispuestos a todo porque lo que está en entre dicho es el futuro de sus hijos, lo que está en juego es la vida, la del bosque y la de la comunidad.
“El proceso que iniciamos ya no tiene regreso” dicen con la confianza de una comunidad que tiene conciencia de que lo que está contruyendo tiene un valor histórico, de que están construyendo el futuro para sus hijos. “Nosotros ya no volvemos a entregar nuestra seguridad interna al gobierno.”[ii]
Hacia un gobierno popular y autónomo
A la par del ejercicio y la claridad de los horizontes de la autoorganización, Cherán ha tomado y ha buscado los espacios de interlocución con el Estado. Desde el 2008 visitaron diferentes dependencias de gobierno o se manifestaron en las calles de Morelia para exigir una respuesta, “simplemente no hicieron caso”. Ahora también los buscan, pero siempre partiendo de la convicción de lo que la comunidad quiere, y de que el gobierno ofrece siempre algo mínimo y distinto a lo que ellos quieren, o bien no ofrece nada.“En ocasiones las instituciones dicen, esto es lo que hay, y nosotros sinceramente decimos, como comunidad, esto es lo que queremos, es una cosa totalmente distinta…”
Empero, con el afán de no perder ningún espacio para hacerse escuchar, Cherán acepta participar en el pretendido “diálogo” de Chapultepec (Ver “De Juárez a Chapultepec…”) como representación indígena, siendo una de las “causas” del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad”. El resultado de esta interlocución no ha sido distinto a lo que se esperaba: migajas y mentiras. En términos reales la respuesta del gobierno en sus tres niveles no sólo ha sido nula, sino que ha sido aberrante tanto para Cherán como para el Movimiento por la Paz en su conjunto, prueba contundente de ello, son los recientes avances en la aprobación de la ley de seguridad.
Ni el gobierno ni el sistema electoral han dado una mínima respuesta. Por el contrario, los partidos políticos habían estado jugando un papel sumamente dañino en la vida comunitaria. Durante años la dinámica partidista trajo consigo rivalidad y desunión, que en medio de la violencia creciente, terminaron por convertirse en desánimo y apatía.
Cuando inicia el actual proceso y los cheranenses acuerdan participar sin partidos, se sobrepone a cualquier cosa el principio de unidad de la “Nación P’urhépecha” (Ver parte I), pues hay plena conciencia del papel que ha jugado la democracia electoral: “hemos experimentado en carne propia lo que vienen haciendo los partidos políticos y las migajas de los programas gubernamentales, vienen y dividen nuestras comunidades”[4].
Ahora la propaganda electoral está prohibida. Ni en las casas ni en los autos se puede exhibir propaganda partidista. No obstante, “operadores electorales” del gobierno del estado acechan a la comunidad, en lo que es considerado como un acto de provocación, pues ellos han decidido y hecho público que no participarán en ningún proceso electoral, y que“sus formas de gobierno emergerán de la comunidad sin la intervención de ningún partido político, apegándonos a los usos y costumbres”.[iii]
No obstante, la inabarcable violencia que se ha extendido por las entrañas de Michoacán, pone a Cherán en una disyuntiva que parece más una aporía: para la seguridad externa ¿con o sin el ejército?, ¿definitivamente sin el gobierno? Cuando se habla del tema, los diálogos son largos y airados “sabemos bien como trabajan”– comenta un compañero consternado por la posibilidad de que entre el ejército a la comunidad. Algunos cheranenses dicen que si el ejército interviene en la seguridad regional, tendrá que respetar las condiciones que establezca la comunidad. Sin embargo, la sola idea no deja de ser preocupante, pues queda latente –y altamente factible– la posibilidad de que ellos, en los que probadamente no se puede confiar, terminen por desatar la violencia, y echar por la borda lo que tanto ha costado construir a la comunidad.
Por ello, conforme pasan los meses de resistencia y la cínica anuencia de las autoridades se reitera incesantemente, se va definiendo una única ruta posible para el futuro que Cherán quiere, para un futuro de dignidad y de alegría. De la misma manera “natural” como se fue gestando la rebelión, día a día la autonomía se va vislumbrando como la vereda por andar: “estamos perdiendo el miedo porque queremos la vida”.
En la conferencia de prensa realizada el día 6 de agosto -previa al concierto que ofrecieron Rocco, vocalista de Maldita Vecindad, Héctor Guerra, y otros músicos de Chile- representantes de Cherán expresaron que trabajan ya en el diseño de una forma de gobierno popular, que estaría constituido por 15 comisiones en las que tendrán representación los cuatro barrios tradicionales de la comunidad. “Nosotros vamos a conformar un gobierno nuestro, donde surjan las ideas desde abajo, desde las fogatas”.[iv] Y aunque, con sus rasgos generales el autogobierno ya se ejecuta en la práctica con comisiones de participación por barrio, el gobierno popular no se había planteado como opción de futuro y sin plazo de término.
Ahora Cherán, decidido y seguro del camino de la auto-organización y la auto-defensa, invita abiertamente a los pueblos a que se unan y “dejen de creer en la farsa electoral” que se ejerce “de arriba hacia abajo”, y se organicen para enfrentar lo que está ocurriendo en el país.
“…esto está sucediendo a nivel estatal, a nivel nacional, por eso cuando vienen aquí las comunidades les decimos organícense, únanse, y cuando nos unamos todos los pueblos, todas las comunidades, para hacerle frente a esto, de lo que esta sucediendo en nuestro país, es cuando vamos conseguir, el triunfo.”
Y claro que esta definición no implica que la ruta será sencilla, se apertura un camino largo y no exento de trabas. La apuesta de Cherán es un gran reto. La ronda ha tomado el control de gran parte del territorio, sin embargo, el territorio es extenso y no consigue llegar hasta extremos por donde aún se cuelan las camionetas de los talamontes; los compañeros de la ronda trabajan con gusto y responsabilidad, pero sin remuneración económica, como todos los compañeros que han asumido una comisión de responsabilidad comunal; la comunidad es ahora la guardiana del bosque y de las familias de su comunidad, pero no deja de temer por el futuro, por estar “en la lista negra”, por la incertidumbre, o por saber que los criminales siguen rondando y acechando la madera de sus bosques. La apuesta de Cherán, pese a todo, es una apuesta por el futuro, y un aliento para todos los pueblos que luchan por la dignidad y por la vida.
[1] Comunicado del 15 de agosto en: http://micheran.com/?p=1428
[2] Comunicado del 15 de agosto en: http://micheran.com/?p=1428
[3] En la base de la dinámica a partir de la cuál Cherán ha logrado autogobernarse exitosamente desde el 15 de abril, se encuentra la tradicional organización comunal por barrios, que a lo largo de la historia de la comunidad ha funcionado tanto para la operación de la ronda comunitaria tradicional, como para la organización de la fiestas.
[4] Comunicado del 15 de agosto en: http://micheran.com/?p=1428
[i] Según datos del INEGI, para 2010 el municipio de Cherán cuenta con 18, 141 habitentes, de los cuales, 14, 245 se concentran en la cabecera municipal, que es el pueblo de Cherán, actual epicentro de la organización comunitaria. El municipio cuenta una extensión territorial de 221.88 kilómetros, representando . (Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2010). Principales resultados por localidad 2010. Más información estadística del municipio en : http://www.inegi.org.mx/sistemas/consulta_resultados/iter2010.aspx?c=27329&s=est
[ii] “Hartos de abusos, miles de indígenas se encargan de su defensa y seguridad”, La Jornada, 7 de agosto de 2012. En: http://www.jornada.unam.mx/2011/08/07/index.php?section=politica&article=002n1pol
[iii] “El pueblo de Cherán trabaja en el diseño de una forma de gobierno popular”, La Jornada Michoacán, 6 de agosto de 2011. En: http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2011/08/06/index.php?section=politica&article=010n1pol
[iv] “El pueblo de Cherán trabaja en el diseño de una forma de gobierno popular”, La Jornada Michoacán, 6 de agosto de 2011. En: http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2011/08/06/index.php?section=politica&article=010n1pol
SubVersiones
Agencia Autónoma de Comunicación (AAC)
México subterráneo,
Reportajes
agosto 23, 2011
La extraordinaria vida sin policía:
“La autoridad somos nosotros mismos”
Caminando a medio día por el centro de Cherán, la vida cotidiana sigue su curso colorido y alegre, aparentemente impasible: vendimia, gelatinas con rompope, fruta picada, música, flores, ceviche. Salvo la extrañeza que suele causar al citadino la jovialidad y la amabilidad por doquier, nada sucede.
Después de un rato de estancia, sentado apaciblemente en una de las bancas de la placita central, difícilmente se podría creer que por aquellas callecitas circulaban día y noche camionetas con hombres fuertemente armados; o que a unas cuantas cuadras, apenas hace unos meses, se ha desaparecido, se ha humillado, se ha matado. Difícil concebir que en los cerros que son el horizonte de la comunidad, se ha venido cometiendo un ecocidio –la destrucción total de 15 mil hectáreas de bosque. (Ver parte II).
Entre los colores intensos de las frutas, el olor a tierra mojada, y más cerca del mercado, a comida casera y a carnitas de tradición michoacana, se puede disfrutar la calma. Y aunque Cherán es ya una pequeña ciudad y uno de los territorios más extensos de la meseta P’urhépecha[i], uno puede sentirse fácilmente parte de la amable vida comunitaria.
Sin embargo, al sumergirse levemente en la cotidianidad, se va percibiendo que en este lugar sucede algo más que la jovialidad y las bondades de los acogedores pueblos de Michoacán. Hay algo extraordinario en el andar por sus calles, que es fácil no notar justamente porque su contraparte es la tranquilidad: en Cherán no hay policía. Contrario a lo que es común pensar, la ausencia de las patrullas municipales, policía estatal y agentes de tránsito, se ha traducido en seguridad. Por las calles “anárquicas” de Cherán se respira sosiego.
Del silencio a la autoorganización
Siendo testigos afortunados de la amplia y robusta dinámica organizativa, de la discusión comunitaria en reuniones largas y fructíferas, o simplemente caminando por el Cherán nocturno sembrado cuadra a cuadra por fogatas en las que se va definiendo jornada a jornada el destino de la comunidad; es difícil creer e imaginar el anquilosamiento, que según nos narran, se vivía en Cherán antes del 15 de abril.
Cuentan que en las vísperas del levantamiento, sus pobladores parecían haber perdido la esperanza, ‘eran como zombies’ –se dice–, andaban con miedo y bajaban la mirada frente a los criminales. La gente de la región se preguntaba qué había pasado con “Cherán K’eri”, con el “pueblo grande”, respetado y admirado por su espíritu valiente y combativo.
“… y les decíamos, sí, sí sentíamos, pero era impotencia, y al mismo tiempo temor de enfrentarnos, no era con cualquier persona que nos íbamos a enfrentar, es con el crimen organizado y ese era el temor. Pero finalmente lo hicimos, y todos estamos aquí unidos…”
Las campanadas de la iglesia restablecen el tiempo de la autoorganización, reactivan el legado de la autodefensa, estrechamente ligado a sus usos y costumbres y a la tradición autárquica, que ha permanecido viva en esta comunidad indígena p’urhépecha. De manera ciertamente indeliberada, “espontáneamente”, a las seis de la mañana inicia el levantamiento. “Fueron las señoras –dice un compañero– “cansadas de ver que los hombres no hacíamos nada, las que empezaron”.
Mujeres valientes y jóvenes, nombrados por la coordinadora de una de las fogatas, “niños héroes”, estallan de un momento a otro en un ¡ya basta! que con sólo ser gritado se multiplica de manera casi automática, natural y aparentemente inesperada en la comunidad entera. Las campanas son el llamado inapelable, su repicar significa el fin del letargo, y el nacimiento de otro tiempo.
“Fueron unas cuantas señoras las que iniciaron, con qué, con toques de campana y con cuetes, y todos, pues qué es, porque misa no es, y el repicar y el repicar, y ahí vamos todos, y de un momento a otro nos organizamos, pero así fue espontáneo, no con anticipación, que vamos a hacer esto o vamos a organizaros, sino así al momento…”
Su concepción sagrada de la “nana echeri”, la madre naturaleza, es también el factor definitorio de este quiebre. Dicen los compañeros de la recién creada radio comunitaria de Cherán al cumplimiento de 4 meses de resistencia, el 15 de agosto pasado: “Siempre hemos estado aquí para defender con nuestras vidas si es necesario, el respeto y amor a nuestra madre naturaleza porque los indígenas poseemos el conocimiento ancestral de la convivencia armónica con la naturaleza”[1]. Se trata de un respecto supremo a la vida de las plantas, los animales, de los manantiales y los bosques, que ha sido transmitido de generación en generación.
“Nosotros no pensamos en la comercialización de los árboles, porque nosotros pensamos que somos parte de la naturaleza, por esa razón esta es nuestra idea, y así nos enseñaron nuestros abuelos, que si cortas un árbol hay que plantar más árboles (…) eso viene de nuestros antepasados, como decíamos, los bosques que nos devastaron son de nuestros antepasados, no nos dejaban cortan un árbol, nos enseñaron a respetarlos, a cuidarlos, y ese el dolor, la impotencia que sentimos, de que otra gente viene y nos agrede, y nos los cortan…”
Fuertemente ligada a esta defensa de la vida natural, también se encuentra el respeto y protección de la vida comunitaria. Hay indicios de que en el fondo es la unidad de la comunidad lo que da sentido al lema que acompaña la refundación de la nación p´urhépecha: “Juchari Uinapikua”, “Nuestra Fuerza”. La fortaleza histórica de la comunidad indígena p´urhépecha es la comunidad misma. Es por esto que a lo largo de su historia, Cherán ha hecho lo necesario para defender lo que es propio, sagrado y necesario para la comunidad: agua, tierra y bosques, la vida.
Los talamontes, los criminales, los partidos y los gobiernos, se habían dedicado a transgredir sus principios fundamentales. La rebelión responde, entonces, a la necesidad de frenar la devastación del bosque, pero no sólo; Cherán se levanta contra el crimen organizado, contra un sistema electoral farsante que no ha dejado más que división y hartazgo, contra unas autoridades municipales simuladas y cómplices; contra todos estos agravios manifestándose día a día, de forma cada vez más lastimosa y creciente desde el 2008. El quiebre, es más fuerte y decisivo porque entraña la conciencia de su carácter histórico, pues en ese momento, se sabe que se esta pronunciando una ruptura radical, a partir de la cuál, no habrá marcha atrás. Se reactiva entonces “el principio de defensa de la comunidad” que forma parte esencial de la herencia que comparte la región p’urhépecha. Así, con la misma “intransigencia” con la que, a finales de los 70’s, los pobladores de Santa Fe La Laguna, defienden el territorio comunal, y con esa misma contundencia con la que años más tarde se toma la firme determinación de no permitir la imposición de la construcción del centro nuclear (Ver parte I), en este abril de 2011, Cherán dice ¡hasta aquí!: “no queremos más partidos políticos, no más crimen organizado que intimide a nuestra población, no más tala inmoderada”.[2] La aludida “espontaneidad” organizativa, tiene mucho más que ver con su herencia histórica comunitaria, que con lo fortuito.
En los días que siguieron al 15 de abril, los pobladores de Cherán, toman el control de la cabecera municipal, desconociendo a las autoridades y a los cuerpos de seguridad municipal, y convirtiéndose en guardianes del bosque y de la propia comunidad.
Un pueblo entero que se cuida a sí mismo: “Ahora nos sentimos más protegidos”
La minuciosa y efectiva dinámica que se ha ido gestando en cada uno de los aspectos de la vida en común, fue surgiendo de la necesidad de la organización que sobrevino al “levantón”. Sin que nadie dijera “a ti te toca esto y a ti aquello”, cada persona, “desde los pequeñitos hasta los ancianos”, fueron tomando su lugar en lo que se convertiría en una amplia y sólida organización comunitaria.
La participación es generalizada, y su eficiencia está intrincada a la propia tradición comunitaria[3]. Sin planificación de por medio, en poco tiempo se construyó una “estructura” autogestiva sumamente horizontal, en la que las decisiones van fluyendo estrictamente desde abajo.
“Aquí tenemos asambleas generales cada ocho días, los domingos, por ejemplo los coordinadores dicen, hay esto o el gobierno propone esto, y ellos no pueden decidir, nos representan. Nos van a representar allá cuando van a las mesas de diálogo, pero ellos no deciden, sino que vienen y nos consultan a cada barrio, nos dicen, llévense esta propuesta, analícenla en cada barrio… y ya en la noche en la fogata se discute, hay esto, qué hay que hacer aquello, vamos a trabajar en esto, o esto anda mal, o en la semana hubo estos incidentes, cómo le vamos a hacer, y ya se analiza todo, y ya el domingo cuando viene uno aquí a la asamblea general ya tenemos que traer una propuesta: el barrio primero propone esto, el barrio segundo esto, y entonces ya ahí se decide, pero todos, todos…”
En medio de este entramado organizativo, las fogatas han jugado el papel central, pues han funcionado como la unidad básica, y el fundamento de la comunicación y la toma de decisiones, que nacen en la discusión “desde abajo” y se toman “desde abajo”.
“ (La fogata) es un lugar de reunión en dónde se analizan las cosas, se platica, se llega a acuerdos y al mismo tiempo, se cuida o nos cuidamos entre nosotros, hacemos guardia de noche, por ejemplo, hoy si salen, van a ver fogatas por todo el pueblo. ¿Y qué hace esa fogata? Pues cuidando, para que no se acerque el enemigo…”
Además de esto, las 179 fogatas que se forman a lo largo y ancho de la cabecera municipal, son espacios de cohesión y convivencia, el momento de comunión que da fuerza para enfrentar el miedo y seguir adelante, y que a la par de la discusión permite la convivencia y la risa. Presenciar las charlas en torno a una de las fogatas, en las que se comentan las experiencias del 15 de abril, se discute la (im)pertinencia de la intervención del ejército, mientras se cocina buñuelos y se hace la guardia nocturna, es lo que nos pone de frente la magnitud del logro organizativo de esta comunidad entera, que se cuida a sí misma.
La Comisión de Acopio General también es clara muestra de la efectiva autogestión en Cherán. Quienes la conforman se encargan de recibir los víveres –que van llegando como apoyo, principalmente de las parroquias de la Diócesis de Zamora y de instituciones educativas de las comunidades vecinas– y de coordinar su distribución equitativa día a día, entre los cuatro barrios. De ahí “se comparte todo el alimento en las fogatas”.
Así, en el trascurrir de estos 4 meses, el pueblo de Cherán fue tomando hilo a hilo la gestión de la vida en común para tejer una cotidianidad solidaria, pacifica y alegre, que ha sido posible sostener –aún en medio de la violencia que asola a la región– gracias a la labor incesante y valiente de la ronda comunitaria tradicional.
Michoacán es justamente el primer estado al que Felipe Calderón envía al Ejército a “combatir el narcotráfico”, el 6 de diciembre de 2006. Como en muchos lugares con presencia del crimen organizado, esta empresa bélica no hizo más que destapar las cloacas y desatar la violencia, que ahora se vuelca hacia la sociedad. Los pobladores de Cherán, y especialmente los jóvenes que conforma la ronda comunitaria, están muy concientes de a qué se están enfrentando.
“…no estamos luchado contra una persona, contra alguien que en un momento dado decimos ya lo agarraron, y ahí se acaba, estamos luchando contra una telaraña tejida desde arriba, que es como un cáncer que ya infectó a todas las comunidades, municipios como Paracho, Nahuatzen, Charapan, Chilchota, lo están viviendo, comunidades vecinas, hermanas, lo están viviendo. Lo malo es que no alzan la voz, o no se atreven, como estábamos nosotros, no nos atrevíamos, pero alguien tuvo que tomar la iniciativa…”
Ahora, la ronda comunitaria tradicional – la cual se reconforma más formalmente a partir del 30 de abril– está a cargo de la seguridad de los más de 20 mil pobladores, y tiene la responsabilidad de resguardar la tranquilidad, que después de años de vigilia, se vive hoy como logro comunitario.
En 2008 la situación era ya insoportable para los cheranenses –como lo es ahora mismo para muchas poblaciones, no sólo de Michoacán, sino de todo el país. Los levantones, las “cuotas” a los comerciantes, la destrucción de los recursos, el cinismo de las autoridades municipales y estatales, y la impunidad ante unos cuerpos de seguridad que protegen a los criminales; fueron conformando el hervidero que llevó a darle un giro a la historia de Cherán K’eri.
Desde que comenzó a agudizarse la violencia y la devastación de los bosques, ni el gobierno municipal ni el estatal tomaron alguna medida para frenar lo que estaba ocurriendo, al poco tiempo fue evidente que estaban protegiendo a los criminales. Ahora, la ronda comunitaria tradicional – la cual se re-conforma más formalmente a partir del 30 de abril– está a cargo de la seguridad de los más de 20 mil pobladores, y tiene la responsabilidad de resguardar la tranquilidad, que después de años de vigilia, se vive hoy como logro comunitario:
“… ahora hay un presidente que sigue fungiendo, pero para nosotros está desconocido, y nosotros no tenemos más autoridad que nosotros mismo, ¿por qué?, porque ahora nos sentimos más seguros, más protegidos que cuando él estaba según haciendo su trabajo, a él lo desconocemos, y nos estamos protegiendo, nosotros mismos.”
Desde la casa comunal –inmueble recuperado por los pobladores que hace unos meses albergaba al gobierno municipal–, uno de los compañeros que reactivan y ahora coordinan el trabajo de vigilancia de la ronda comunitaria, habla sobre sus labores:
“La ronda comunitaria está encargada de la seguridad de aquí de la comunidad, en cuanto a personas ajenas al municipio –ustedes ya saben a qué nos referimos–, con nuestra propia gente, de aquí mismo que alteran el orden, por ahí con camaradas que se dedican a lo ajeno, tratamos de ver todo eso …”
Conscientes de que lo que hacen es activar una tradición que existió desde sus abuelos, los aproximadamente 90 hombres que conforman la ronda –la mayoría jóvenes–, lo hacen de manera voluntaria, sin retribución económica pero con orgullo, sin dudarlo y “cuando sea necesario”, pues lo más importante es la seguridad de sus familias.
A partir de que tomaron la seguridad en sus manos, los delitos al interior han bajado hasta en 90 por ciento, reduciendo en más de 50 por ciento el alcoholismo en la comunidad. Se ha conseguido reducir la tala de manera muy importante, pero no completamente. Que la gente se sienta más segura y protegida por su propio pueblo no quiere decir que estén excentos del miedo.“[U]na de las inquietudes que se tiene es transitar por los bosques libremente, no tenemos todavía la seguridad de poder hacerlo, todavía sigue el temor en la comunidad por su gente, de decir no puedo transitar libremente de un lugar a otro, por temor a que en un momento dado lo puedan desaparecer…”
Y aunque los y las compañeras no dejan de tomar la precaución de cubrirse el rostro, saben que están en la “lista negra” y que si no mantienen la seguridad comunitaria que ellos mismos han construido, sus familias quedan a merced de los criminales. Saben también, que los grupos criminales están al asecho, que “siguen todavía a la espera de que en un momento dado la comunidad se canse, en espera de que la comunidad se desorganice nuevamente…”
Por ello, Cherán tiene claro que no hay marcha atrás sino camino hacia delante. Están dispuestos a todo porque lo que está en entre dicho es el futuro de sus hijos, lo que está en juego es la vida, la del bosque y la de la comunidad.
“El proceso que iniciamos ya no tiene regreso” dicen con la confianza de una comunidad que tiene conciencia de que lo que está contruyendo tiene un valor histórico, de que están construyendo el futuro para sus hijos. “Nosotros ya no volvemos a entregar nuestra seguridad interna al gobierno.”[ii]
Hacia un gobierno popular y autónomo
A la par del ejercicio y la claridad de los horizontes de la autoorganización, Cherán ha tomado y ha buscado los espacios de interlocución con el Estado. Desde el 2008 visitaron diferentes dependencias de gobierno o se manifestaron en las calles de Morelia para exigir una respuesta, “simplemente no hicieron caso”. Ahora también los buscan, pero siempre partiendo de la convicción de lo que la comunidad quiere, y de que el gobierno ofrece siempre algo mínimo y distinto a lo que ellos quieren, o bien no ofrece nada.“En ocasiones las instituciones dicen, esto es lo que hay, y nosotros sinceramente decimos, como comunidad, esto es lo que queremos, es una cosa totalmente distinta…”
Empero, con el afán de no perder ningún espacio para hacerse escuchar, Cherán acepta participar en el pretendido “diálogo” de Chapultepec (Ver “De Juárez a Chapultepec…”) como representación indígena, siendo una de las “causas” del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad”. El resultado de esta interlocución no ha sido distinto a lo que se esperaba: migajas y mentiras. En términos reales la respuesta del gobierno en sus tres niveles no sólo ha sido nula, sino que ha sido aberrante tanto para Cherán como para el Movimiento por la Paz en su conjunto, prueba contundente de ello, son los recientes avances en la aprobación de la ley de seguridad.
Ni el gobierno ni el sistema electoral han dado una mínima respuesta. Por el contrario, los partidos políticos habían estado jugando un papel sumamente dañino en la vida comunitaria. Durante años la dinámica partidista trajo consigo rivalidad y desunión, que en medio de la violencia creciente, terminaron por convertirse en desánimo y apatía.
Cuando inicia el actual proceso y los cheranenses acuerdan participar sin partidos, se sobrepone a cualquier cosa el principio de unidad de la “Nación P’urhépecha” (Ver parte I), pues hay plena conciencia del papel que ha jugado la democracia electoral: “hemos experimentado en carne propia lo que vienen haciendo los partidos políticos y las migajas de los programas gubernamentales, vienen y dividen nuestras comunidades”[4].
Ahora la propaganda electoral está prohibida. Ni en las casas ni en los autos se puede exhibir propaganda partidista. No obstante, “operadores electorales” del gobierno del estado acechan a la comunidad, en lo que es considerado como un acto de provocación, pues ellos han decidido y hecho público que no participarán en ningún proceso electoral, y que“sus formas de gobierno emergerán de la comunidad sin la intervención de ningún partido político, apegándonos a los usos y costumbres”.[iii]
No obstante, la inabarcable violencia que se ha extendido por las entrañas de Michoacán, pone a Cherán en una disyuntiva que parece más una aporía: para la seguridad externa ¿con o sin el ejército?, ¿definitivamente sin el gobierno? Cuando se habla del tema, los diálogos son largos y airados “sabemos bien como trabajan”– comenta un compañero consternado por la posibilidad de que entre el ejército a la comunidad. Algunos cheranenses dicen que si el ejército interviene en la seguridad regional, tendrá que respetar las condiciones que establezca la comunidad. Sin embargo, la sola idea no deja de ser preocupante, pues queda latente –y altamente factible– la posibilidad de que ellos, en los que probadamente no se puede confiar, terminen por desatar la violencia, y echar por la borda lo que tanto ha costado construir a la comunidad.
Por ello, conforme pasan los meses de resistencia y la cínica anuencia de las autoridades se reitera incesantemente, se va definiendo una única ruta posible para el futuro que Cherán quiere, para un futuro de dignidad y de alegría. De la misma manera “natural” como se fue gestando la rebelión, día a día la autonomía se va vislumbrando como la vereda por andar: “estamos perdiendo el miedo porque queremos la vida”.
En la conferencia de prensa realizada el día 6 de agosto -previa al concierto que ofrecieron Rocco, vocalista de Maldita Vecindad, Héctor Guerra, y otros músicos de Chile- representantes de Cherán expresaron que trabajan ya en el diseño de una forma de gobierno popular, que estaría constituido por 15 comisiones en las que tendrán representación los cuatro barrios tradicionales de la comunidad. “Nosotros vamos a conformar un gobierno nuestro, donde surjan las ideas desde abajo, desde las fogatas”.[iv] Y aunque, con sus rasgos generales el autogobierno ya se ejecuta en la práctica con comisiones de participación por barrio, el gobierno popular no se había planteado como opción de futuro y sin plazo de término.
Ahora Cherán, decidido y seguro del camino de la auto-organización y la auto-defensa, invita abiertamente a los pueblos a que se unan y “dejen de creer en la farsa electoral” que se ejerce “de arriba hacia abajo”, y se organicen para enfrentar lo que está ocurriendo en el país.
“…esto está sucediendo a nivel estatal, a nivel nacional, por eso cuando vienen aquí las comunidades les decimos organícense, únanse, y cuando nos unamos todos los pueblos, todas las comunidades, para hacerle frente a esto, de lo que esta sucediendo en nuestro país, es cuando vamos conseguir, el triunfo.”
Y claro que esta definición no implica que la ruta será sencilla, se apertura un camino largo y no exento de trabas. La apuesta de Cherán es un gran reto. La ronda ha tomado el control de gran parte del territorio, sin embargo, el territorio es extenso y no consigue llegar hasta extremos por donde aún se cuelan las camionetas de los talamontes; los compañeros de la ronda trabajan con gusto y responsabilidad, pero sin remuneración económica, como todos los compañeros que han asumido una comisión de responsabilidad comunal; la comunidad es ahora la guardiana del bosque y de las familias de su comunidad, pero no deja de temer por el futuro, por estar “en la lista negra”, por la incertidumbre, o por saber que los criminales siguen rondando y acechando la madera de sus bosques. La apuesta de Cherán, pese a todo, es una apuesta por el futuro, y un aliento para todos los pueblos que luchan por la dignidad y por la vida.
[1] Comunicado del 15 de agosto en: http://micheran.com/?p=1428
[2] Comunicado del 15 de agosto en: http://micheran.com/?p=1428
[3] En la base de la dinámica a partir de la cuál Cherán ha logrado autogobernarse exitosamente desde el 15 de abril, se encuentra la tradicional organización comunal por barrios, que a lo largo de la historia de la comunidad ha funcionado tanto para la operación de la ronda comunitaria tradicional, como para la organización de la fiestas.
[4] Comunicado del 15 de agosto en: http://micheran.com/?p=1428
[i] Según datos del INEGI, para 2010 el municipio de Cherán cuenta con 18, 141 habitentes, de los cuales, 14, 245 se concentran en la cabecera municipal, que es el pueblo de Cherán, actual epicentro de la organización comunitaria. El municipio cuenta una extensión territorial de 221.88 kilómetros, representando . (Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2010). Principales resultados por localidad 2010. Más información estadística del municipio en : http://www.inegi.org.mx/sistemas/consulta_resultados/iter2010.aspx?c=27329&s=est
[ii] “Hartos de abusos, miles de indígenas se encargan de su defensa y seguridad”, La Jornada, 7 de agosto de 2012. En: http://www.jornada.unam.mx/2011/08/07/index.php?section=politica&article=002n1pol
[iii] “El pueblo de Cherán trabaja en el diseño de una forma de gobierno popular”, La Jornada Michoacán, 6 de agosto de 2011. En: http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2011/08/06/index.php?section=politica&article=010n1pol
[iv] “El pueblo de Cherán trabaja en el diseño de una forma de gobierno popular”, La Jornada Michoacán, 6 de agosto de 2011. En: http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2011/08/06/index.php?section=politica&article=010n1pol
SubVersiones
Agencia Autónoma de Comunicación (AAC)
La larga travesía de la violencia institucional contra las mujeres
I Parte
Patricia Chandomí.- El 13 de mayo arribaron tres camionetas blancas, una detrás de la otra, como si fuera la mafia siciliana, a bordo de las camionetas iban Julio César Santos Pon, representante estatal de la subsecretaria de educación media superior en Chiapas; Heberto Villatoro Culebro, subdirector de Enlace Operativo de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI) y Javier Artemio Molina Utrilla representante jurídico de la citada subsecretaria llegaron al Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBETIS) 92 de San Cristóbal de las Casas con un solo objetivo obligar a la directora a firmar su renuncia.
Jerónima Toledo Villalobos recibió el 8 de febrero de 2010 para sorpresa de sus compañeros concursantes, el nombramiento como directora del CBETIS 92 por un período de 4 años, mediante concurso de oposición, dicho nombramiento fue expedido por Miguel ángel Martínez Espinosa, subsecretario de educación media y superior del país.
Como directora en funciones percibió diversas irregularidades de la administración de quien en ese momento era su jefe, Heberto Villatoro Culebro quien fungió como director del CBETIS 92, en el 2007 y el 2008, para empezar descubrió que las pólizas de egresos de los ejercicios presupuestales 2007 y 2008 están desaparecidas y comprobó con facturas pago de boletos de avión de familiares del funcionario público con recursos del CBETIS.
Como parte de sus funciones también notó falsificación de documentación oficial de trabajadores de la institución; por una parte se encontró con un certificado de secundaria falso y la validación de una cartilla apócrifa de servicio militar, cuando dio parte a su superior, Heberto Villatoro de las irregularidades éste le contestó: -lo que no fue en tu año que no te haga daño”.
Heberto Villatoro fue director del CBETIS 92 durante 8 años, en ese tiempo otorgó constancias falsas de talleres ficticios a los docentes para su promoción, de esto se enteró Jerónima cuando compañeras maestras le llegaron a exigir constancias falsas de cursos y talleres, cuando se negó, molestas sus compañeras le comentaron que era la primera vez que la dirección negaba este “servicio”.
Por otra parte, Heberto sin sospechar que quedaría Jerónima de directora, prometió ascensos a personal de su confianza, como el contralor y el jefe de recursos humanos, casualmente padre e hijo, ambos le exigieron a Jerónima ascensos no sólo en cargos sino en salario, como ésta se negó, ambos renunciaron.
A fin de hacer un cambio de fondo en las irregularidades presentadas, Jerónima pidió a su antecesor, Hermilo Angulo un informe de entrega-recepción, informe que en los 15 meses que duró su administración nunca llegó.
En una reunión de contralores a los y las directores de los CBETIS les informaron que era muy importante cumplir la Norma en cuanto al rubro de concesiones para el uso y aprovechamiento de inmuebles federales; en el sentido de evitar acaparamiento o concentración de concesiones en una sola persona y evitar otorgar las concesiones a favor de servidores públicos que en cualquier forma intervengan en el trámite de concesiones.
Ambas normas fueron violadas por las administraciones anteriores, ya que María del Rayo Montoya, empleada administrativa tenía en concesión cafetería, papelería y encima tenía una caseta afuera de la escuela; cuando Jerónima pidió que se cumpliera con el Reglamento la tildaron de autoritaria.
El 3 de diciembre por gestiones propias, la entonces directora consiguió un recurso de 120 mil pesos para el CBETIS, este recurso llegó directamente a la Subdirección de Enlace, es decir, a manos de Heberto Villatoro, nunca la llamaron para decirle que el recurso estaba listo.
Sin embargo, de la ciudad de México le preguntaron si ya había hecho uso del recurso para mejorar el CBETIS, es entonces cuando se entera de la existencia del recurso, al momento de ir a reclamarlo el contralor de Heberto le dice que con gusto se lo daba, pero que antes tenía que dejar de cuota al “Lic. Heberto” el IVA.
Molesta por la orden, la directora se reusó a dejar el recurso público destinado para la comunidad estudiantil del CBETIS.
A tan sólo 15 meses de administración y en un espacio de formación que tiene a su cargo a más de mil 500 jóvenes chiapanecos y chiapanecas, la funcionaria no podía creer el grado de corrupción con el que caminaba la institución a su cargo con la venia y promoción de Heberto Villalobos.
El 13 de mayo, justo el día que tenía organizado una comida para la comunidad docente, en el marco de los festejos del día del maestro y maestra; la directora vio llegar tres camionetas blancas una detrás de la otra al CBETIS.
De las camionetas descendieron Julio César Santos Puón, Heberto Villatoro Culebro, Luis Alberto Díaz Miceli, Ignacio A. Alfonso Guillen y Artemio Molina Utrilla “invitaron” a la directora a una charla en su oficina; ahí la mantuvieron encerrada e incomunicada por horas.
La torturaron sicológicamente para que aceptara firmar su destitución sin argumento alguno; los funcionarios le dijeron que en una semana le explicarían los motivos de su destitución, a pesar de que su nombramiento es explícito al señalar que su cargo es de 4 años.
II
Parte
El largo peregrinar en busca de justicia
“Sin menoscabo de sus derechos laborales, a partir del 16 de mayo del año en curso, queda sin efecto el Nombramiento que le fue otorgado mediante oficio No. 193” es el primer párrafo de un documento firmado por Luis F. Mejía Piña, director General de Educación Tecnológica Industrial donde se le notifica a la directora del CBETIS 92 de San Cristóbal, Jerónima Villalobos de su destitución.
Después de que los funcionarios Julio César Santos Puón, Heberto Villatoro Culebro, Luis Alberto Díaz Miceli, Ignacio A. Alfonso Guillen y Artemio Molina Utrilla encerraran a la directora, la mantuvieran incomunicada para firmar su destitución, ésta se negó a firmar, pero no sólo eso, de manera hábil logró que los funcionarios firmaran el ambiente en el cual querían que firmara, sin que se le notificara las razones por las cuales su nombramiento como directora quedaba sin efecto.
Esta acta de notificación obra en poder de la ahora ex directora del CBETIS; “invitaron” a la directora a una charla en su oficina; ahí la mantuvieron encerrada e incomunicada por horas.
El día lunes 16 de mayo la directora fue desalojada de la dirección bajo coacción, se le exigió que entregara las chequeras para cambio de firmas; el día martes, ya no pudo ingresar a su oficina, debido a que fueron cambiadas las chapas.
Posteriormente a la directora, los mismos funcionarios que la quisieron obligar a firmar su destitución y que luego la desalojaron, la quisieron sancionar con un acta administrativa, la cual se la intentaron levantar cuatro meses después de ser destituida y fuera de su centro de trabajo.
A partir de su destitución, Jerónima busco en los periódicos fechas en las cuales estaría el presidente Felipe Calderón en Chiapas a fin de ponerlo al tanto de las irregularidades vividas:
El 3 de agosto, fecha en que Calderón llegó al municipio de San Juan Chamula Jerónima aguanto una larga jornada de 8 horas para poder acercarse al presidente y entregarle una carpeta que sustentaba su denuncia.
Acompañado del gobernador, Juan Sabines Guerrero, Felipe Calderón dejó que Jerónima se le acercara y le explicara su caso para luego turnarlo y olvidarlo. El gobernador chiapaneco también fue informado e hizo su parte delegar el caso, mismo que fue abandonado por los funcionarios encargados de darle atención a Jerónima.
Jerónima no se ha cansado, a la par de que interpuso un recurso de revisión; sigue repartiendo carpetas a organizaciones, funcionarios, senadores, diputados, periodistas… “es posible romper la inercia de la corrupción; violentaron todos mis derechos como mujer; violentaron el proceso fundamental del Programa del Mejoramiento de la Calidad en la Educación Superior; pero no me voy a dejar, seguiré alzando la voz, no es posible dejar en manos de irresponsables la educación de más de mil 500 alumnos y alumnas del plantel 92; seguiré hasta las últimas consecuencias; quiero que esos corruptos respeten mi nombramiento y que se me restituya el daño ocasionado” concluyó.
Patricia Chandomí.- El 13 de mayo arribaron tres camionetas blancas, una detrás de la otra, como si fuera la mafia siciliana, a bordo de las camionetas iban Julio César Santos Pon, representante estatal de la subsecretaria de educación media superior en Chiapas; Heberto Villatoro Culebro, subdirector de Enlace Operativo de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI) y Javier Artemio Molina Utrilla representante jurídico de la citada subsecretaria llegaron al Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBETIS) 92 de San Cristóbal de las Casas con un solo objetivo obligar a la directora a firmar su renuncia.
Jerónima Toledo Villalobos recibió el 8 de febrero de 2010 para sorpresa de sus compañeros concursantes, el nombramiento como directora del CBETIS 92 por un período de 4 años, mediante concurso de oposición, dicho nombramiento fue expedido por Miguel ángel Martínez Espinosa, subsecretario de educación media y superior del país.
Como directora en funciones percibió diversas irregularidades de la administración de quien en ese momento era su jefe, Heberto Villatoro Culebro quien fungió como director del CBETIS 92, en el 2007 y el 2008, para empezar descubrió que las pólizas de egresos de los ejercicios presupuestales 2007 y 2008 están desaparecidas y comprobó con facturas pago de boletos de avión de familiares del funcionario público con recursos del CBETIS.
Como parte de sus funciones también notó falsificación de documentación oficial de trabajadores de la institución; por una parte se encontró con un certificado de secundaria falso y la validación de una cartilla apócrifa de servicio militar, cuando dio parte a su superior, Heberto Villatoro de las irregularidades éste le contestó: -lo que no fue en tu año que no te haga daño”.
Heberto Villatoro fue director del CBETIS 92 durante 8 años, en ese tiempo otorgó constancias falsas de talleres ficticios a los docentes para su promoción, de esto se enteró Jerónima cuando compañeras maestras le llegaron a exigir constancias falsas de cursos y talleres, cuando se negó, molestas sus compañeras le comentaron que era la primera vez que la dirección negaba este “servicio”.
Por otra parte, Heberto sin sospechar que quedaría Jerónima de directora, prometió ascensos a personal de su confianza, como el contralor y el jefe de recursos humanos, casualmente padre e hijo, ambos le exigieron a Jerónima ascensos no sólo en cargos sino en salario, como ésta se negó, ambos renunciaron.
A fin de hacer un cambio de fondo en las irregularidades presentadas, Jerónima pidió a su antecesor, Hermilo Angulo un informe de entrega-recepción, informe que en los 15 meses que duró su administración nunca llegó.
En una reunión de contralores a los y las directores de los CBETIS les informaron que era muy importante cumplir la Norma en cuanto al rubro de concesiones para el uso y aprovechamiento de inmuebles federales; en el sentido de evitar acaparamiento o concentración de concesiones en una sola persona y evitar otorgar las concesiones a favor de servidores públicos que en cualquier forma intervengan en el trámite de concesiones.
Ambas normas fueron violadas por las administraciones anteriores, ya que María del Rayo Montoya, empleada administrativa tenía en concesión cafetería, papelería y encima tenía una caseta afuera de la escuela; cuando Jerónima pidió que se cumpliera con el Reglamento la tildaron de autoritaria.
El 3 de diciembre por gestiones propias, la entonces directora consiguió un recurso de 120 mil pesos para el CBETIS, este recurso llegó directamente a la Subdirección de Enlace, es decir, a manos de Heberto Villatoro, nunca la llamaron para decirle que el recurso estaba listo.
Sin embargo, de la ciudad de México le preguntaron si ya había hecho uso del recurso para mejorar el CBETIS, es entonces cuando se entera de la existencia del recurso, al momento de ir a reclamarlo el contralor de Heberto le dice que con gusto se lo daba, pero que antes tenía que dejar de cuota al “Lic. Heberto” el IVA.
Molesta por la orden, la directora se reusó a dejar el recurso público destinado para la comunidad estudiantil del CBETIS.
A tan sólo 15 meses de administración y en un espacio de formación que tiene a su cargo a más de mil 500 jóvenes chiapanecos y chiapanecas, la funcionaria no podía creer el grado de corrupción con el que caminaba la institución a su cargo con la venia y promoción de Heberto Villalobos.
El 13 de mayo, justo el día que tenía organizado una comida para la comunidad docente, en el marco de los festejos del día del maestro y maestra; la directora vio llegar tres camionetas blancas una detrás de la otra al CBETIS.
De las camionetas descendieron Julio César Santos Puón, Heberto Villatoro Culebro, Luis Alberto Díaz Miceli, Ignacio A. Alfonso Guillen y Artemio Molina Utrilla “invitaron” a la directora a una charla en su oficina; ahí la mantuvieron encerrada e incomunicada por horas.
La torturaron sicológicamente para que aceptara firmar su destitución sin argumento alguno; los funcionarios le dijeron que en una semana le explicarían los motivos de su destitución, a pesar de que su nombramiento es explícito al señalar que su cargo es de 4 años.
II
Parte
El largo peregrinar en busca de justicia
“Sin menoscabo de sus derechos laborales, a partir del 16 de mayo del año en curso, queda sin efecto el Nombramiento que le fue otorgado mediante oficio No. 193” es el primer párrafo de un documento firmado por Luis F. Mejía Piña, director General de Educación Tecnológica Industrial donde se le notifica a la directora del CBETIS 92 de San Cristóbal, Jerónima Villalobos de su destitución.
Después de que los funcionarios Julio César Santos Puón, Heberto Villatoro Culebro, Luis Alberto Díaz Miceli, Ignacio A. Alfonso Guillen y Artemio Molina Utrilla encerraran a la directora, la mantuvieran incomunicada para firmar su destitución, ésta se negó a firmar, pero no sólo eso, de manera hábil logró que los funcionarios firmaran el ambiente en el cual querían que firmara, sin que se le notificara las razones por las cuales su nombramiento como directora quedaba sin efecto.
Esta acta de notificación obra en poder de la ahora ex directora del CBETIS; “invitaron” a la directora a una charla en su oficina; ahí la mantuvieron encerrada e incomunicada por horas.
El día lunes 16 de mayo la directora fue desalojada de la dirección bajo coacción, se le exigió que entregara las chequeras para cambio de firmas; el día martes, ya no pudo ingresar a su oficina, debido a que fueron cambiadas las chapas.
Posteriormente a la directora, los mismos funcionarios que la quisieron obligar a firmar su destitución y que luego la desalojaron, la quisieron sancionar con un acta administrativa, la cual se la intentaron levantar cuatro meses después de ser destituida y fuera de su centro de trabajo.
A partir de su destitución, Jerónima busco en los periódicos fechas en las cuales estaría el presidente Felipe Calderón en Chiapas a fin de ponerlo al tanto de las irregularidades vividas:
El 3 de agosto, fecha en que Calderón llegó al municipio de San Juan Chamula Jerónima aguanto una larga jornada de 8 horas para poder acercarse al presidente y entregarle una carpeta que sustentaba su denuncia.
Acompañado del gobernador, Juan Sabines Guerrero, Felipe Calderón dejó que Jerónima se le acercara y le explicara su caso para luego turnarlo y olvidarlo. El gobernador chiapaneco también fue informado e hizo su parte delegar el caso, mismo que fue abandonado por los funcionarios encargados de darle atención a Jerónima.
Jerónima no se ha cansado, a la par de que interpuso un recurso de revisión; sigue repartiendo carpetas a organizaciones, funcionarios, senadores, diputados, periodistas… “es posible romper la inercia de la corrupción; violentaron todos mis derechos como mujer; violentaron el proceso fundamental del Programa del Mejoramiento de la Calidad en la Educación Superior; pero no me voy a dejar, seguiré alzando la voz, no es posible dejar en manos de irresponsables la educación de más de mil 500 alumnos y alumnas del plantel 92; seguiré hasta las últimas consecuencias; quiero que esos corruptos respeten mi nombramiento y que se me restituya el daño ocasionado” concluyó.
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