domingo, 12 de febrero de 2012

Los mejores sentimientos que puede tener una persona son la libertad y la justicia: Margarita

Patricia Chandomí.- “Los mejores sentimientos que puede tener una persona son la libertad y la justicia y hoy pude sentir eso, después de 7 largos años de injusto encarcelamiento, alejada de mis hijos, de mi comunidad, sin saber español” dice Margarita sonriendo después de ver el azul del cielo..

“El lunes tuve un sueño bien clarito, soñé que ya estaba viviendo con mis hijos, que trabajaba yo de juntar basura de lavar ropa y que así mantenía a mis hijos, ese día me levanté con la sensación de que pronto estaría con ellos, y le pedí al dios que por favor tocara todos los corazones de las personas buenas para que supieran de la injusticia que estaba viviendo” dice Margarita a una hora de salir de la cárcel.

“Me acuerdo que ese día del sueño lo primero que hice fue abrir la Biblia, no sé leer, pero dije adentro de mí, seguro que aquí dice algo de la justicia, aquí traigo el libro” señalando su morral, y se vuelve a reír, mientras, le da un papelito a una de las defensoras y le pide que vuelva a insistir en llamar al celular de Sonia su hija mayor, quien aún no sabe la noticia de su liberación.

Margarita fue liberada ayer tras una intensa presión ciudadana en redes sociales, salió del penal 5 de San Cristóbal de las Casas donde estuvo recluida más de tres años sentenciada por homicidio de su esposo, Juan Velasco López, quien la golpeó desde los doce años de edad.

“Hoy me dicen: Margarita ve con el doctor, por qué le dije si no estoy enferma, te van a revisar parece que vas pa fuera hoy, no lo podía creer, estoy tan contenta, vuelvo a vivir, quiero ver a mis hijos a mis nietos, a mi mamá, ya me estaba entrando la enfermedad de la tristeza porque se me estaba olvidando la cara de mis hijitos y eso me dolía tanto, pero ya estoy aquí para reunirme con ellos”.

Margarita fue recogida en el penal por las defensoras que la acompañaron por años, apenas un morral contenía todo su patrimonio, incluyendo la famosa Biblia, la trasladaron a San Cristóbal de las Casas, Margarita no sabe si regresara a su comunidad en Mitontic, teme que la familia de Juan tome represalias en su contra.

Deja el penal sabiendo que su historia se repite en sus ex compañeras de celda, cada historia es tan impresionante e indignante como las otras, y sabe que la injusticia hace mella en las mujeres indígenas, pobres, analfabetas, monolingües, marginadas y excluidas, su felicidad personal, no le impide ver el panorama de injusticia hacia las otras mujeres en su condición.

De momento, lo mira todo, se mira la ropa que no pudo usar en la cárcel, el reloj, le pregunto si le puedo hacer una foto y dice sonriendo que sí, después me pide ver la imagen, en la cámara, se apena y dice “se nota que me falta un diente” y se vuelve a reír con más fuerzas.

2 comentarios:

  1. Me ha hecho llorar este relato. Gracias por compartirlo. Es indignante el estado de cosas del Estado mexicano, tan injusto, inhumano y falaz. Gastando insultantemente en publicidad mientras nuestro prójimo más desvalido no conoce el impulso a su realización como parte de las tareas del Estado. Vergonzoso y atroz. Comparto y difundo

    ResponderEliminar
  2. Saludos gracias por tus comentarios, un gran abrazo.

    ResponderEliminar